El viernes pasado la provincia de Buenos Aires actualizó su sistema de registro de fallecidos por Covid-19: se incorporaron 3523 muertos que no habían sido reportados a través del Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA). De esta forma, la cartera de Salud bonaerense puede abordar el problema sanitario con un panorama completo. Sin embargo, el resto de las jurisdicciones no han modernizado el método para contabilizar los decesos por coronavirus en medio de la pandemia. El caso más llamativo es el del gobierno de la Ciudad.  

Un informe publicado por la Dirección de Redes Intersectorial de Salud de la Universidad Nacional de La Plata plantea que hay un escenario de sub registro de fallecidos en la Ciudad de Buenos Aires. “Del entrecruzamiento de datos y asumiendo que la tasa de letalidad real ajustada por edad en CABA se aproxima a la observada en Provincia de Buenos Aires luego de triangular las tres fuentes de información, podemos proyectar el número de fallecidos sub registrados que ascendería al 50%”, esta es la conclusión a la que llegan los investigadores luego de analizar la información publicada por el gobierno porteño.

De acuerdo al parte sanitario oficial de la Ciudad, al día de hoy se registran 125 mil casos y un total de 3491 fallecidos por coronavirus. En este sentido, el territorio de la Capital Federal tiene uno de los datos más alarmantes a nivel mundial: la alta tasa de mortalidad que actualmente se encuentra en 1135 fallecidos por millón de habitantes. Más allá de este indicador que debería activar todas las alarmas en el gobierno porteño, los investigadores de la Universidad Nacional de La Plata señalan que se puede “proyectar un número de fallecidos sub registrados que ascendería al 50%” en CABA. Es decir que hay un desfasaje entre la realidad y los partes sanitarios publicados por el Ministerio de Salud porteño.

En contraposición a la proyección de datos sanitarios planteada por la Ciudad, la provincia de Buenos Aires decidió abordar integralmente sus estadísticas a través de un nuevo método tecnológico. El sistema aplicado por el Ministerio de Salud, a cargo de Daniel Gollán, permite enfrentar el problema real gracias al resultado de una triangulación entre el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SNVS 2.0), el Sistema de Gestión de Camas de la provincia y el Registro Provincial de las Personas. De esta forma, se logró conocer las consecuencias reales del coronavirus en el territorio bonaerense.

Por su parte, el gobernador Axel Kicillof expresó en relación a las nuevas estadísticas publicadas: "Los problemas se pueden esconder, trabajar con marketing, comprar a un sector de la prensa para que oculten, o se pueden mostrar para abordarlos y solucionarlos". Y puso a disposición del resto de las jurisdicciones “el sistema y la tecnología para más rápidamente conocer las estadísticas de la pandemia”.

En este sentido, el exhaustivo informe de la Universidad de La Plata da cuenta del retraso existente en las estadísticas publicadas por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta: “La Ciudad de Buenos Aires no ha notificado hasta el momento una actualización del registro de fallecidos con datos propios y sigue informando a través de lo asentado en el SISA que, por lo explicado anteriormente, ha presentado retrasos en sus cargas desde fines de julio”. Y continúa el análisis de los investigadores: “Analizando los datos oficiales brindados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires surge la información que, la carga de fallecidos de los últimos 15 días, incluye un promedio de 45% de decesos que se produjeron desde mediados de julio y hasta aparecen casos de abril”.

De acuerdo a los argumentos planteados en este estudio, es posible observar tres indicadores preocupantes sobre el accionar del gobierno porteño en cuanto al abordaje del coronavirus: existe un retraso significativo en la carga de datos epidemiológicos; demoras de hasta tres meses en el registro de fallecidos con una proyección de hasta el 50% de subregistro; y la negativa a actualizar el sistema de estadísticas para transparentar los índices reales.