Esta mediodía tuvo lugar una conferencia de prensa en las puertas del Instituto de Enseñanza Superior en Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, Pellegrini 1515. El objetivo fue expresar la preocupación de la comunidad educativa por la existencia de asbesto en el establecimiento. El «Lenguas» pide “una auditoría con el inspector de seguridad e higiene del gobierno de la ciudad -Edgardo Castro- que constate el estado actual del edificio y que realice las mediciones correspondientes a la presencia de asbesto”.

Docentes, alumnos y familias exigieron explicaciones al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires luego de detectar rastros de asbesto en las cañerías del establecimiento. Es el mismo material cancerígeno por el que la Ciudad demandó al Metro de Madrid por 15 millones de euros, tras haberle comprado en 2011 vagones de subte en los que se encontró esa sustancia. El Lenguas Vivas, situado en el barrio de Retiro, dispone de tres niveles educativos con 700 personas que asisten a la institución diariamente. El comunicado subraya que no tienen “la certeza de estar en un ambiente seguro”.

Según el comunicado  “el asbesto no estaba únicamente en las cañerías sino que también en una caldera, la cual procedería a removerse en el receso de verano 2020 debido a la complejidad del procedimiento (el cual requiere de un equipo especializado en la remoción y manejo de asbesto, quienes cuentan con protocolos de acción, trajes especiales, mediciones previas y posteriores de presencia del componente, suma precaución debido al peligro que conlleva el traslado de este, y distintas acciones de cautela)”.

Lo que preocupa es que en las vacaciones de invierno de julio pasado la caldera fue retirada por reparaciones, por lo que no descartan haber estado expuestos a restos de asbesto los últimos meses. Quieren sabe si la reparación de la caldera en el mes de julio pasado se hizo con equipos especialistas en la remoción, cómo se manejaron los residuos, si se realizaron las mediciones de aire correspondientes, entre otros puntos. Exigen además certificaciones de la evaluación de la contaminación del aire con posterioridad al retiro.

Una vez retirado el asbesto se requiere un lapso de al menos 15 días en los cuales no puede circular gente, y luego de eso, se debe analizar el aire para garantizar que no haya partículas.

En el mismo escrito destacaron que “la exposición al asbesto fue encontrada peligrosa» y que «la exposición significa encontrarse en un área donde hay asbesto en el aire y no se está protegido y puede causar: asbestosis, cáncer de pulmón, mesotelioma u otros tipos de cáncer”.

Fuente:Diario Z