Desde que el macrismo se instaló en la Ciudad de Buenos Aires, la jefatura de las comunas estuvo en sus manos. Pero, esta vez y tras los resultados de las elecciones primarias, el peronismo podría alterar eso.

En las PASO, tal como señaló el diario cooperativo Tiempo Argentino, las comunas del sur dejaron al Frente de Todos en una posición expectante: triunfó en la 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya) y la 8 (Villa Lugano, Soldati y Villa Riachuelo) y estuvo muy cerca en la 9 (Liniers, Mataderos, Parque Avellaneda).

El sur siempre fue la zona más relegada por el macrismo. Y es allí donde más se siente la crisis económica. Tras los resultados del 11 de agosto, el equipo de Horacio Rodríguez Larreta apuntó de lleno a recuperar terreno en esos barrios. Pero tal vez no le alcance.

Tras el triunfo en las PASO, el Frente de Todos en la Comuna 4 lo analizó así: “Se lo atribuimos  principalmente a dos factores”, dijo Ignacio Álvarez, cabeza de lista, en diálogo con Sur Capitalino. Y señaló, por un lado, la “enorme pérdida de poder adquisitivo” que se sintió en los últimos años en estos barrios, con mayoría de clases medias y bajas, donde “no hay una buena para la gente y eso se siente en la calle”. Por otra parte, el referente camporista con militancia en Parque Patricios consideró: “Los vecinos empezaron a leer que si bien se hicieron varias obras en la ciudad, como en la Comuna 4, están más vinculadas al transporte, la movilidad y el tránsito, relegando así cuestiones importantes para la vida de los porteños”. Y agregó: “No todo es embellecimiento de plazas”.

Desde la Comuna 8, Miguel Eviner le dijo a Tiempo Argentino que “es la más abandonada. La desigualdad entre el norte del sur es un hecho: para darte un indicador el ingreso per cápita es tres veces menor que el ingreso de la comuna más rica del norte. Tenemos la mayor falta de vacantes en escuelas”.

Otro que sueña con dar un batacazo es Juan Chaves, de la Comuna 9, que quedó muy cerca del triunfo. “En las PASO quedamos a 300 votos nada más, con altas probabilidades de darlo vuelta”, expresó. Y explicó los motivos: “Muchos no tienen acceso a los alimentos básicos, nuestros jubilados no acceden a medicamentos, los clubes de barrio están al borde de la quiebra por los tarifazos. Son cuestiones que ya nos tocaron vivir en los 90, sin embargo hay una madurez muy grande en la sociedad para que esto no estalle, como en el 2001”