La Justicia porteña levantó la cautelar que restringía la inauguración del BA Arena. El pedido de clausurar el predio había sido de los propios vecinos de Villa Crespo, quienes aseguran que el microestadio no cumple con la normativa porteña: se había habilitado para eventos deportivos, aunque ya tiene en cartelera cuatro recitales de música.

El estadio BA Arena, situado en la manzana de las calles Humboldt, Corrientes, Muñecas y Dorrego, tiene una capacidad para 16 mil y se levanta en terrenos cedidos al club Atlanta, que a su vez cedió la construcción y explotación del autodenominado ‘microestadio’ al diario La Nación y la empresa internacional AEG Worldwide.

“Reclamamos que se disminuya el tiempo de concesión de 40 a 20 años, y que se realicen sólo espectáculos deportivos, como era el espíritu de la ley original”, estableció Gustavo Perrone, integrante de Vecinos Autoconvocados.

Esta resolución se da luego del informe presentado por la Agencia de Protección Ambiental (APrA), órgano que depende del Gobierno de la Ciudad, quien otorgó un nuevo certificado de Aptitud Ambiental en favor de este emprendimiento, luego de haber recibido todos los estudios técnicos presentados por la empresa y con posterioridad a la celebración de la correspondiente Audiencia Pública del 15 de agosto pasado.

Para los vecinos, el nuevo predio de Villa Crespo debe denominarse “Mega Estadio”. De micro, dicen, tienen muy poco. Pero además del caos actual, Ingrid de Jong, antropóloga e investigadora del Conicet, advirtió sobre las consecuencias a futuro en el estadio. “Esto es prácticamente como una venta sin impuestos. Dentro de 40 años vamos a ser muy viejitos o no vamos a estar. Ni la comunidad, ni el Estado de Buenos Aires, que somos todos nosotros, se está beneficiando con nada”, indica la antropóloga. Y añade: “Hay muchas cuestiones oscuras de las que no ha habido explicaciones”.

En cuanto a los vecinos que no quieren encarar la instancia judicial por temor a que sus propiedades sean embargadas, Ingrid de Jong dice que “si uno sale perdiendo, puede terminar pagando el lucro cesante del empresario, y la diferencia entre el capitalito que uno pueda tener con su propia vivienda y el lucro cesante de este estadio es abismal”.

Fuente:Diario Z