La confirmación por parte del jefe de Gobierno porteño de unificar las elecciones con Nación, incluso un hipotético balotaje, clarificó el mapa comicial en la Ciudad. Horacio Rodríguez Larreta es consciente de que, pese a estar atado a Mauricio Macri, tiene grandes chances de ser reelecto en el distrito capitalino.

Para ello está craneando la manera de consolidarse en las terminales territoriales que dan sustento político y votos: las comunas. Por tal motivo apunta a condensar su poder teniendo al frente de las quince juntas comunales a caciques de su entera confianza.

Este año, la Ciudad debe renovar jefe y vicejefe de Gobierno, 30 legisladores titulares y diez suplentes. Además se elegirán 105 miembros titulares y 60 suplentes de las 15 jurisdicciones que nuclean a los barrios.

Según se rumorea, gestión y política son los dos ejes que quiere priorizar Larreta en las comunas de cara a cuatro años más de gestión en CABA.

Otro punto que tendría en consideración el alcalde es asegurar el control territorial ante un eventual regreso de funcionarios del orden nacional al ámbito porteño si Mauricio Macri perdiera las elecciones de este año (ver recuadro).

Algunos de los comuneros que responden a los partidos socios de Cambiemos en Ciudad, la Coalición Cívica o la UCR -siempre crítica del alcalde-, ya sentaron posición de discutir con el titular del Ejecutivo en el marco de los acuerdos políticos que tienen las fuerzas en la Capital. Pese a ello, Larreta intentará copar la mayor cantidad de comunas con tropa propia; algunas de ellas están obligadas sí o sí a renovar sus máximas autoridades por cumplir los dos mandatos.

Pero en seis (1, 4, 8, 10, 11 y 13) existe la posibilidad de continuidad o recambio en las cabezas de las juntas. Hacia allí apunta el jefe de Gobierno. Algunos de los bastiones barriales (2, 5, 7, 12 y 14), ya le pertenecen. Los demás se reparten entre los alfiles de Diego Santilli, Daniel Angelici y Cristian Ritondo.

Rodríguez Larreta dice que busca imprimirle más dinámica a la gestión, pero, sobre todo, quiere tener el mayor control político posible en su próximo mandato.

El sabe que tendrá que negociar con los popes macristas que manejan comunas, pero estaría dispuesto a mantener ciertas alianzas que le garanticen el manejo de los barrios.

Así, el alcalde buscaría cambiar las cabezas de algunas comunas. Entre ellas se mencionan la 1, donde el presidente, Roberto Salcedo, en otro tiempo cercano a Daniel Angelici, quedó salpicado por una denuncia de acoso sexual e irregularidades en la gestión. Dos que responden a Cristian Ritondo, los jefes comunales de la 10 y 11, Daniel D´Ippolito y Carlos Guzzini.

Carolina Romero, a cargo de la comuna 4 tras la partida de Jorge Apreda a la Legislatura, es otra que está en la mira del mandatario capitalino. Entró en la lista de la mano de Gabriela Michetti y hoy no tiene una terminal política clara.

Larreta sigue, sin prisa pero sin pausa, consolidando su poder en Ciudad y con el objetivo mayor puesto en Nación.

Los presidentes de las comunas cuentan con 40 contratos que manejan de manera discrecional.

Por otra parte, algunos comuneros hicieron hincapié en la figura de las gerencias operativas y de Legal y Técnica, entre otras.

En 2017 se creó, por decreto, una estructura de gerentes que depende del presidente de la junta comunal, pura y exclusivamente. En esas gerencias se reparten las tareas por competencia y que por ley deberían cumplir la junta comunal.

Desde la oposición denuncian que los vacían de trabajo y que esos trabajos realizados por las gerencias deberían ser hechos por los miembros de la comuna.

Tanto propios como opositores le reconocen a Rodríguez Larreta su astucia a la hora de hacer política. Y aunque se esmera en mostrar fortaleza en la gestión, el alcalde no descuida y arma pensando en el futuro.

El incierto panorama electoral, sobre todo en lo nacional, a partir de la pésima situación económica que atraviesa el país, hace pensar en una posible derrota de Macri. Y pese al hermetismo, desde el oficialismo porteño estarían pensando en un eventual retorno de los funcionarios nacionales al territorio. Larreta, ya se está preparando.