La candidatura de Buenos Aires como sede para los Juegos Olímpicos de la Juventud preveía un gasto total de 231 millones de dólares -y estipuló ua cotización de $4,50 para 2018, es decir que se imaginaban un valor por debajo del valor oficial en aquel entonces- es decir, unos 1040 millones de peso en total. La cifra que finalmente desembolsaría la administración porteña en los cálculos más ajustados, alcanzaría los $8000 millones, o sea un 769% más de lo calculado.

Para realizar las obras de la villa olímpica, mejoramiento urbano y gastos deportivos el Gobierno de la Ciudad puso a consideración más de 20 licitaciones por 3400 millones de pesos, y oviamente el empresariado ligado al macrismo se hizo con los concursos, apesar de haber ofrecido cifras más elevadas que otras constructoras.
CRIBA, un habitual proveedor del Gobierno porteño en obras de gran envergadura, que se adjudicó cuatro licitaciones por $750.706.226, entre ellas, la construcción de los pabellones A3 y A4, dos estadios multideportes, por los que ganaron un 5% más de lo que se había presupuestado. Sus dueños son Alberto y Eduardo Tarasido, quienes, a través de pequeños aportes donaron $830.000 a la campaña presidencial de Macri, según reprodujo El Destape en base a la presentación electoral de Cambiemos en 2015.

La empresa Niro Construcciones se quedó con la obra de mayor valor: El Pabellón C, que albergará las piletas de natación. El presupuesto del Gobierno era de $504.736.585, pero fue otorgada por $508.091.151. El propietario es Lucio Niro, quien aportó a través de una donación directa al partido de 500 mil pesos al PRO para la campaña 2015.

Sudamericana S.A. se hizo con las obras del paquete Viviendas VIII de la Villa Olímpica y las obras de los Pabellones A1 y A2, firma de la cuál forma parte el chileno Rudi Boggiano Leupolt, del Foro de Desarrollo Urbano de la Ciudad y asesor cercano a Rodríguez Larreta. Existieron dos ofertas más bajas, pero el Gobierno se quedó con la de su propio colaborador, otorgando otro 5% por encima del costo previsto.
Además, las construcciones realizadas en Villa Soldati preparan "el terreno" e otro negociado. Larreta busca trasladar el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) desde las valiosas locaciones en Núñez, y la falmante Villa Olímpica tendría ese destino final.

Nicolás Caputo obtuvo las obras de demolición en el Parque de la Ciudad a través de su firma SES SA, que realizó la tarea entre 2014 y 2015, pero en marzo de 2016, el primo del exministro de Finanzas se desprendió de la empresa.

La edificación de la Villa Olímpica se otorgó a una unidad transitoria entre Emaco S.A. y Lanusse S.A. En Emaco figuran como socios Federico Bensadón y Alberto Gutiérrez, parte de la compañía que tiene la concesión de Costa Salguero, Telemetrix SA, y donde participa Fernando Polledo Olivera, esposo de la diputada del PRO Carmen Polledo. Por su parte, la familia Lanusse donó 63 mil pesos a la campaña de Mauricio Macri.

Entre los beneficiados también están Bricons, liderada por Mario Raspagliesi (aportó un millón de pesos al Pro) Dycasa, cuyo gerente fue Pablo Rafael Aragone, vicepresidente del Directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos hasta mayo de 2018 y Conorvial, cuyo vicepresidente Ricardo López Casanegra, aportó 200 mil pesos a la campaña.

Fuente:Diario Registrado