El viernes a la tarde un grupo de policías y dos patrulleros intentaron detener a un alumno de 15 años es la puerta de la escuela Carlos Pellegrini, en Marcelo T. de Alvear y Callao. Lo acusaban de portar un cigarrillo de marihuana (sic).

Los estudiantes -de entre 13 y 18 años- que vieron la escena trataron de disuadir a la policía, que empezó a empujarlos, pegarles y tironear para quedarse con el alumno. Se sumaron padres, preceptores y docentes, a los que la policía golpeó, tiró al suelo y roció con gas pimienta.

El centro de estudiantes denunció que el chico quedó “muy afectado”, llorando por los golpes recibidos y que un preceptor quedó desmayado en el piso.

Finalmente, “unos 200 alumnos junto al vicerrector, rodearon al personal, lo superaron en fuerza física y rescataron al menor para luego dirigirse adentro del establecimiento”, detalló un vocero policial.

De la Asamblea de Familias

La Asamblea de Familias del Pelle (Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini – UBA) repudia en los términos más enérgicos, y con profunda consternación, el accionar policial perpetrado hoy, viernes 9 de noviembre de 2018, por efectivos de la fuerza en la puerta de la institución, en horario de clases y en plena circulación de chicos en la vía pública.

En un desborde ilegal de violencia, que incluyó golpes y uso de gas pimienta contra niños, niñas y adolescentes entre 13 y 18 años, una vez más la Policía de la Ciudad atropelló la legalidad y el sentido común. Hoy se pasó, en minutos, de una tarde normal en el cambio de turno de una escuela secundaria, a una situación dantesca que dejó a personal educativo, una madre y una alumna con golpes de diversa intensidad, personas afectadas por los gases (entre ellas una niña de 13 años), un fuerte shock emocional en el estudiantado, y la sensación de que las fuerzas de seguridad han perdido definitivamente el rumbo y el juicio.

Estando en la zona de incumbencia de la Escuela y sin ninguna consideración por el entorno, el personal policial omitió seguir los protocolos de actuación vigentes para niñas, niños o adolescentes; evitó dar inmediata intervención a los organismos competentes —como lo establece la ley 26.061—, y se negó a colaborar con la institución educativa para evaluar la situación y obrar preservando el interés superior de los estudiantes. Lejos de ello, la Policía redobló el uso de la fuerza, desenfundando armas de fuego que provocaron pánico a los alumnos, sumando efectivos y repartiendo golpes a diestra y siniestra.

Este comportamiento, además de ser ilegal, brutal y lesivo de nuestros hijos, es francamente siniestro y trae a nuestra memoria la imperdonable violencia de Estado en el período más terrible de nuestra historia.

El despliegue de brutalidad policial en una situación de absoluta calma en la puerta de la Escuela contrasta fuertemente con la ausencia de la Policía para evitar los robos y acosos que sufren los estudiantes en las inmediaciones —convertidos en zona liberada para el hurto—, y que las familias venimos denunciando en vano en la Comisaría.

Asimismo, expresamos nuestro enérgico rechazo a la manipulación tendenciosa de estos hechos por parte de los comunicadores de los medios masivos, que además de divulgar ilícitamente filmaciones de menores de edad sin su consentimiento, construyen una imagen desvirtuada del alumnado y de las autoridades escolares para promover el desprestigio de las instituciones de educación pública y para legitimar la violencia policial.

Por todo lo dicho, reiteramos nuestro repudio, exigimos una respuesta política de las autoridades competentes, que la Policía de la Ciudad respete los protocolos y las leyes vigentes en relación al trato a menores, que se investiguen los hechos y se tomen las medidas necesarias con el personal policial que hizo un abusivo uso de la fuerza, sin perjuicio de iniciar las acciones de amparo y actuaciones a que tengamos derecho ante la justicia.

Asamblea de Familias del Pelle

Del Rectorado

En el día de la fecha, efectivos de la Policía de la Ciudad intentaron detener a un estudiante de nuestra Escuela en la puerta del establecimiento.

La reacción de los estudiantes, padres de la Cooperadora (abogados), autoridades y personal del colegio fue inmediata, solicitando a los oficiales seguir los protocolos y reglamentaciones correspondientes para tratar con menores de edad, invitándolos a convocar o notificar al Consejo de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, y requiriendo los adultos de la escuela intervenir en la situación y tratar la cuestión al interior del colegio.

Ante la negativa de los oficiales la situación se volvió tensa:  Al pretender subir al niño a un patrullero, la reacción de los alumnos fue intentar impedirlo. Los oficiales deciden abrirse paso entre decenas de menores y autoridades, llevando a una situación violenta que terminó a los empujones, con un docente golpeado desmayado en el piso, y con chicas y chicos de la escuela con lipotimias, crisis nerviosas y de angustia que fueron debidamente contenidas con médicos del SAME y psicólogos de la Escuela.

Inmediatamente después de los incidentes, desde la Escuela realizamos las gestiones correspondientes con la Comisaría local, la Defensoría del Pueblo y el Consejo de las Niñas, Niños y adolescentes