Vacío en microcentro: se fue una famosa hamburguesería
La pérdida no es solo para los porteños sino para la propia cadena internacional porque se trataba de su local más grande en todo Latinoamérica.
Tras 24 años, el local de comidas rápidas de la cadena Burger King ubicado en la esquina de Corrientes y Florida cerró sus puertas a fin del año pasado. Funcionaba en el inmueble que fue el palacio Elortondo-Alvear, edificado a fines del siglo XIX.
Desde la empresa afirman que el cierre se debe a una reestructuración en la que decidieron “reemplazar ese local y apostar a nuevas plazas para lograr una mayor distribución y presencia de la marca en distintas ciudades”, explicaron a Clarín. Dos de esas plazas serán Escobar y La Plata, que inaugurarán sucursal en los próximos días. “Todos los empleados conservarán sus puestos de trabajo y fueron asignados a nuevos locales”, aclaran.
El inmueble fue puesto en venta en noviembre, pero ahora la operación quedó paralizada y el destino es incierto. Lo cierto es que en la peatonal Florida hay cada vez más locales cerrados. El alquiler que pagaba Burger King ascendía a US$ 45.000 mensuales.
El palacio Elortondo-Alvear es un edificio con elementos neogóticos inaugurado alrededor de 1880 para que allí vivieran el terrateniente Carlos María de Alvear y su mujer Mercedes de Elortondo.
A lo largo de sus casi 140 años de vida fue sufriendo transformaciones tanto de uso como de estructura: allí hubo cafés, una tabaquería y, a fines de los años 30 y por cuatro décadas, la Casa Mayorga, especializada en artículos de cuero. Su destino más reciente fue como sucursal de Burger King, inaugurada a fines de 1994 tras una profunda remodelación.