En agosto del año pasado, Sebastián Estevanez sufrió un grave accidente en su casa de Nordelta: se quemó el rostro al querer prender una chimenea luego de que explotara un bidón de alcohol en gel.

A casi un año de ese mal momento, el actor recordó cómo fue la peor noche de su vida, según él mismo la definió. “Me explotó el bidón, se me prendió fuego la cara, creí que me moría”, comenzó en diálogo con La Nación.

“Lo primero que hice fue empezar a ponerme crema para quemaduras que teníamos en la heladera, pero se me acabó enseguida. Le dije a Ivana: ‘Conseguime más porque me muero’. No gritaba, ni nada, pero era terrible. Nunca sentí tanto dolor”, agregó.

Por su parte, Ivana Saccani, la mujer de Estevanez, sumó: “Yo estaba cocinando y él estaba prendiendo la chimenea para después comer cerca del fuego. De repente escucho una explosión y lo primero que pensé es que se había caído un mueble. Fui corriendo al living y estaba todo oscuro; él pasó al lado y no le di importancia porque me distraje buscando una botella de agua para un pequeño fuego que había en el sillón”.

“En ese momento aparece Sebas que me dice: ‘Llamá a una ambulancia’. Cuando se da vuelta veo que todavía tenía el pantalón una llama y ahí caigo en lo que había pasado. No gritó nunca”, continuó Ivana recordando el terrible episodio.

“La ambulancia le dio los primeros auxilios y un vecino nuestro, el cirujano plástico Gustavo Sampietro, nos ayudó con las primeras curaciones. Como entendimos que no eran quemaduras de gravedad, decidimos que no se internara en un hospital, todavía estábamos en plena cuarentena y eso nos pareció lo mejor”, explicó.

Con respecto a qué pasó al otro día del accidente, Estevanez detalló: “Al día siguiente, cuando me desperté, me miré en el espejo y no me reconocí. Tenía el ojo hinchado, la cara llena de ampollas, se me había caído el pelo, estaba como si me hubieran molido a trompadas. Era un monstruo. Los chicos no podían mirarme porque les daba impresión”.

“Primero hicimos varias consultas por zoom con médicos del Instituto del Quemado y entendieron que podía continuar el tratamiento desde casa. Ivana y Francesca me ponían cremas con antibióticos, máscaras de colágeno para regenerar la piel y me sacaban la piel muerta… el dolor era tremendo. No podía dormir. Nunca sentí tanto dolor en mi vida, fue una tortura de dos meses. Tengo tanto que agradece”, cerró el ex actor.

Fuente: Pronto.com.ar