La crisis llegó para quedarse. Y los golpes son cada vez más fuertes. Alejandro Lerner tuvo uno de esos que no se olvidan: después de 30 años de trabajo, el cantante tuvo que cerrar su famoso estudio, donde grabaron Charly García, Gustavo Cerati y León Gieco, entre los más famosos.

“Me voy a ocupar de otras cosas. Esto, que era comercial, no da para más. Venía siendo difícil, pero el coletazo de la pandemia con el estudio cerrado sin generar ganancias pero con gastos, me hicieron llegar a esa conclusión. Lo pude bancar casi 30 años pero en los últimos se hizo muy difícil”, confesó.

“Todo fue construido con todo el amor, toda la voluntad, y toda la pasión y la generosidad para que la Argentina tenga un estudio enorme, lleno de servicios para los colegas. Es un estudio que sigo bancando con mi trabajo de artista, pero pocas veces en los últimos años se pudo financiar, sobre todo porque los insumos que tienen que ver con la tecnología son en dólares y es cada vez más difícil”, agregó en una charla con La Nación.

“El estudio está lleno de historias. Fue muy utilizado para las clínicas de los ingenieros más importantes del mundo. Vino Alan Parsons, que es muy amigo, Humberto Gatica, los mejores ingenieros de la historia han pasado por ahí. Geoff Emerick, el ingeniero de Los Beatles, vino a dar una clínica de tres días y después se quedó otro más para trabajar conmigo. Todo fue increíble acá”, siguió.

“Durante la construcción del estudio pedí que hicieran un tubo de bomberos que va del primer piso hasta abajo y la gente se volvía loca cuando le decían que yo ya bajaba y lo hacía por mi bati-tubo, que era un sueño de siempre. Bueno, lo tuve hasta ahora. El estudio creció mucho, había varios productores que tenían su propio lugar dentro de la estructura de Pie como Tweety González. Realmente es un lugar de culto que tuve que bancar yo solo, muy a pulmón”, soportó.

“Todo esto lo hicimos con un amigo de la infancia, en una fábrica de zapatos enorme. Con los años mi amigo no pudo seguir invirtiendo porque tuvo un problema económico y me quedé solo. Entonces le pedí ayuda a mi cuñado que durante un tiempo me dio un acompañamiento administrativo porque soy un artista, y a los 30 no tenía la menor idea de cómo administrar una empresa porque, por mi carrera, he seguido produciendo, componiendo, viajando y vivo gran parte de mi vida en los Estados Unidos”, rememoró.

“Tuve que aprender porque mi cuñado falleció y me vi solo con una empresa enorme que no tenía ninguna posibilidad de generar ganancias, porque a medida que la tecnología se fue haciendo más accesible, las cosas fueron cambiando. Hoy se puede grabar un disco en una computadora, claro que con distintos niveles de calidad. Cambió mucho la cultura de grabación de un disco de la que yo conocí cuando empecé”, sintetizó.

“Voy a conservar algunas cosas que son mías, personales. Los teclados son míos, por ejemplo, y hay otras cosas demasiado amadas que no voy a largar. Buscaré a alguien con quien hacer un estudio personal, ya no comercial. Aparte, en los últimos diez años dentro de El pie construí otra locura que es una sala de ensayo para mí, porque a veces estaba ocupada y yo no podía grabar o ensayar porque necesitaba que se genere trabajo para mantenerse", explicó.

"Entonces tenía mi propia sala, espectacular, en el fondo donde estuvo Charly, Pedro (Aznar), un montón de amigos; tiene una especie de departamento íntimo con cocina propia, horno, heladera. Qué se yo… le puse todo el amor que se le podía poner”, terminó.

Fuente: Paparazzi.com.ar