Supo ser una de las figuras del espectáculo argentino. Gracias al trabajo en distintas celebridades locales, Roberto Giordano se ganó un lugar estelar. A ese le fue sumando sus clásicos desfiles, todos los veranos, en Punta del Este, Uruguay.

Sin embargo, en el último tiempo se alejó de la pantalla, de todo lo que tiene que ver con el medio artístico. Cuestiones legales vinculadas al imperio que armó en los 90 con la marca Giordano también lo fueron apartando de la exposición para pasar lo más desapercibido posible.

Con todo esto, su vida se volvió un verdadero misterio. ¿Qué fue de su vida? Según le comentó a La Nación, se fue a vivir a Uruguay, desde “hace casi dos años, ni bien empezó la pandemia, cuando salió campeón Boca, no volví más a la Argentina”.

En la charla comentó que es residente desde hace 20 años y que está acompañado de su hijo Luciano y sus dos nietas. En cuanto a su mujer, Mirta, agregó que su vida está entre Argentina y Uruguay porque pinta y tiene a sus amigas de pintura en Buenos Aires.

Ante la consulta sobre a qué se dedica, sorprendió por el giro inesperado: “Doy clases de peluquería por Zoom y ayudo en comedores comunitarios que acá son muy organizados. Yo voy y les enseño peluquería. Estoy ayudando a muchísima gente”.

Sobre la posibilidad de volver, argumentó  que no lo tiene pesando. “No extraño para nada. Extraño a mis afectos, a mis hijos que están dos allá. Pero no extraño para nada, porque todo el glamour yo lo tengo adentro. Lo vivo permanentemente”. 

Fuente: Pronto.com.ar