La jefa de prensa de la familia Fort dijo que Gustavo Martínez, quien falleció el miércoles al caer desde el piso 21 de un edificio ubicado en la calle Sucre 1900, estaba contenido y recibiendo la atención médica necesaria luego de que detectaran que sufría una enfermedad degenerativa.

“Quiero aclarar que la voz oficial de la familia es César Carozza, el abogado de Marta y Felipe, dada la naturaleza de lo que está sucediendo. De todas formas yo pido la palabra porque me parece que se están diciendo una cantidad de barbaridades que afectan a dos chicos que están pasando por un shock terrible, que es la tercera pérdida en su vida, muy seria, y en ninguno de los casos previos pudieron despedirse de sus seres queridos sin estar en el foco de una cámara”, manifestó Natalia Roman en declaraciones televisivas.

Por las reacciones de Felipe y Marte ante este terrible hecho, la prensa pidió consideración hacia ambos adolescentes que solo tienen 17 años: “Me parecía importante poder disipar algunas dudas por lo menos, que son muy injustas para con ellos. Los chicos, ambos, transitan el dolor de una manera diferente. Felipe tuvo más que ver con la ira claramente, que el de Marta, y como ella no habló públicamente más allá de su posteo, prefiero dejarla a ella que se exprese”.

“Estamos hablando de que se les suicidó el padrino al lado de ellos, entonces no se trata solamente de hablar de un abandono que ellos puedan sentir: ‘Mi padrino, la persona en quien mi padre confió el resto de mi vida, me acaba de abandonar por decisión propia’, y encima lo hizo con ellos dos dentro de su casa”, añadió.

En este sentido, Roman señaló que no culpaba a Gustavo Martínez por la decisión que tomó y aclaró que: "padecía una enfermedad terrible, desde hace unos cuantos años. El estado de Gustavo no era para nada óptimo, por eso también lo tuvimos tan resguardado durante todo este tiempo, porque claramente esto no se podía saber. Tenía Alzheimer y los síntomas estaban”.

“También quiero destacar esto: eso de que estaba en estado de abandono por parte de la familia es absolutamente mentira. Gustavo estuvo completamente cuidado, tanto por la familia de sangre de Ricardo como por Marisa, que es la persona en quien Ricardo designó también el cuidado de Marta y Felipe; César Carozzo; y por mí”, aseguró.

Al ser consultada sobre las declaraciones del sobrino de Martínez en contra de los comentarios de Felipe, Natalia Roman apuntó: “No voy a ir contra el dolor ajeno, como pido también que respeten el dolor de Felipe y Marta. La última vez que Gustavo habló con su sobrino, dicho por él hoy, fue en diciembre, y estamos a 16 de febrero”.

También se refirió al temor del profesor de educación física de no tener un lugar donde vivir: “A mí Gustavo me pedía a mí trabajo, y no lo pedía por tener necesidades, porque él tenía absolutamente todas sus necesidades cubiertas; pedía trabajo porque estaba aburrido y era muy difícil hacerle entender que no estaba más en condiciones para trabajar” por su enfermedad.

Además insistió en que cuando los chicos cumplieran la mayoría de edad, el 25 de febrero, Gustavo "iba a tener un departamento a su nombre, con personal las 24 horas".

Y agregó: “A ojo mío, no soy médico, yo creería que esa depresión no viene de ahora, viene desde que falleció Ricardo, y no había manera de que la situación fuese percibida por la familia; la verdad es que ninguno de los chicos se dio cuenta ni notó nada diferente. Había una tristeza en él porque no podía hablar de Ricardo sin ponerse a llorar. Para mí vio que ya le había cumplido la promesa a Ricardo, ya estaba cansado hace rato y sintió que era el momento”.

Fuente: Minuto Uno