El mundo de la música no sale de la conmoción tras la muerte de Aaron Carter, de 34 años, quien fue hallado sin vida en su casa durante el fin de semana. Las autoridades investigaban, en las últimas horas, las causas de su deceso.

La teoría más firme es la de una sobredosis por el consumo de estupefacientes, ya que en el lugar donde murió Carter se levantaron algunos medicamentos recetados por especialistas y un elemento que llamó la atención: latas de aire comprimido.

Según los cercanos a Aaron Carter, el cantante se había vuelto adicto a la inhalación de esos gases, cuyos químicos matan neuronas. De hecho, el artista se encontraba en tratamiento para dejar atrás ese peligroso consumo.

Carter fue visto por última vez el viernes a la madrugada, cuando una empleada se comunicó con el 911 porque no lo vio bien. Molesto, él respondió y les pidió que lo dejaran tranquilo, que no entren a su dormitorio.

Finalmente, fue la misma trabajadora quien encontró el cadáver del cantante en la mañana del sábado, ya que al llamarlo para llevarle el desayuno no obtuvo respuesta. El artista se encontraba acompañado de su perro, que ladraba sin parar.

Alertan por el consumo de aire comprimido

Todo apunta a que Aaron Carter consumía aire comprimido y se había tornado una adicción. Si bien no se trata de un consumo popular, se puso de moda en 2010 y desde entonces es usado como una droga inhalable.

El aire comprimido es un gas compuesto por hidrógeno, fluoruro, carbono y una mezcla de químicos que es utilizado para limpiar computadoras.

Si bien los componentes de las latas donde se proporciona no son volátiles, la presión con la que sale el contenido es demasiado fuerte y genera un aturdimiento momentáneo. Además, esa situación genera que el oxígeno se quede sin aire por algunos segundos.

Fuente: Rionegro.com.ar