Maju Lozano se mostró molesta con El Nueve, el canal en que de lunes a viernes hace el programa Todas las tardes, porque las autoridades de la empresa hicieron caso omiso a sus reiteradas solicitudes para cambiar su sillón.

La conductora explicó que necesitaba un lugar más cómodo para sentarse, ya que hace poco fue intervenida quirúrgicamente. “Hace 60 días estoy pidiendo un sillón para poder trabajar como corresponde por pedido del médico”, sentenció.

La queja al aire que realizó Lozano sucedió al final de su programa del lunes, cuando realizaba los agradecimientos al público y a quienes hacían posible el programa. Entonces, con un tono tranquilo, pero firme, se salió del libreto para decir: “Y no quiero agradecer a la gente de compras del canal porque yo hace 60 días estoy pidiendo un sillón para poder trabajar como corresponde por pedido del médico y realmente estoy muy apenada porque todavía estoy esperando una respuesta”.

Tweet de Real Time Rating 📈

“Yo realmente he venido a trabajar en condiciones infrahumanas. Amo este canal, amo mi trabajo con toda mi alma, y lamento que mi entrega hacia ustedes no sea correspondida de la misma manera”, añadió la conductora.

Más adelante, siempre con calma, pero con un tono que dejaba traslucir angustia y bronca, Lozano explicó el porqué de su pedido. “Estoy trabajando de manera tremendamente incómoda, muy dolorida, con algo que siento que cualquier personas que ha sido operada y pasó por una intervención tan jodida como la que pasé, y me reincorporé a trabajar mucho antes de lo que me había autorizado mi médico, yo lo único que había pedido era un sillón que estuviera en condiciones para poder trabajar”.

En efecto, a mediados del mes de octubre de este año, y luego de estar ausente varios días en sus programas de televisión y de radio -en El club del Moro-, Maju Lozano comunicó a través de las redes sociales que se había tenido que tomar algún tiempo “por una cirugía por un problema de salud”.

En los posteos, la conductora decía también que iba a tener un tiempo de recuperación “en casita”, antes de regresar a sus actividades. En ese tiempo, Todas las tardes fue conducido por Carla Czudnowsky.

En su cierre de programa del lunes por la tarde, Lozano continuó expresando su disgusto por sentirse desoída tras realizar su pedido. “Hace cuatro años que estoy sentada en un sillón roto, cosa que me chupa tres reverendos h..., pero realmente en este momento lo necesitaba, y por eso incluso hasta me ofrecía a pagar uno o traer uno de mi casa, porque necesito estar cómoda para trabajar, porque no solo trabajo con mi entrega, mi alma y mi corazón, porque amo profundamente este programa, sino que también trabajo con el cuerpo”, expresó.

“Entonces, estoy esperando que por lo menos la gente de Compras o quién corresponde se haga cargo de este pedido que hace 60 días estoy esperando: un lugar para trabajar cómodamente, y no morirme de dolor cada vez que termina el programa”, concluyó, antes de despedirse de su público.

El viernes pasado, sobre el final del programa, Lozano había presentado también una queja, pero de manera irónica. Entonces, al hablar con dos de las periodistas del programa que iban a tener muchas horas de trabajo en la cobertura de las elecciones del domingo, la conductora bromeó: “Con lo cómodos que son los sillones de esta escenografía, quedensé acá”.

Fuente: La Nación