El 2018 fue un mercado emblemático para River porque contrató a dos de los futbolistas que más alegrías le brindaron en los últimos años: Lucas Pratto y Franco Armani. Pero al margen de estas compras de renombre también hubo otra que se truncó por un doping positivo. Así lo confirmó el protagonista que actualmente juega en el Inter de Porto Alegre.

Damián Musto había sido pretendido por Marcelo Gallardo, que disponía de Leonardo Ponzio, Exequiel Palacios y Enzo Pérez como mediocampistas centrales dentro del plantel que a fin de año conquistaría la Copa Libertadores nada menos que frente a Boca en Madrid.

“Obviamente me sentí orgulloso de que se haya fijado en mí un club como es River. En ese momento la posibilidad estaba pero me tocó seguir en Tijuana seis meses más y esperar el proceso del doping. Luego me suspendieron y ahí el Huesca me abrió las puertas. Me fui a España y a los pocos meses FIFA apeló el fallo y me volvieron a parar”, relató el ex Olimpo y Rosario Central en diálogo con ESPN.

La carrera del casildense de 32 años amagó con dar un salto de jerarquía pero de repente, por su control antidopaje positivo en México, se estancó: “Tuve un año y medio que no fue fácil pero siempre empujé para adelante rodeado de gente que se portó espectacular conmigo en España y México. Lo tomé como todo en la vida, como algo a superar”. Finalmente el Muñeco levantó el pulgar para que Bruno Zuculini se sumara a la plantilla millonaria.

El pasado 15 de marzo Musto publicó un tuit exigiendo que se detuviera el fútbol por la pandemia del COVID-19 que generó repercusión: “Que esperan? Paren todo hijos de puta! Juegan con la vida de la gente como si fuera un videojuego. Paren antes que sea tarde!”. Al respecto, comentó: “Fue por la impotencia y más una expresión de deseo para que se tomaran las medidas necesarias, ya sea en Argentina o Brasil”.

Por último, fue consultado por el entrenamiento diario con dos experimentadas figuras como Andrés D’Alessandro y el peruano Paolo Guerrero: “Andrés tira caños y todo siempre. Se enoja también, es calentón. Paolo es un crack, si lo buscaban era porque obviamente iba a dar un salto de calidad. Tiene cosas de distinto, verlo en un reducido, los controles que tiene, cómo tiene el arco entre ceja y ceja con la manera de definir natural... A mí me cuesta acertarle al arco desde el punto de penal y él por ahí saca una media vuelta cruzada al lado del palo”.

Fuente: infobae