Conmoción en el mundo del deporte: Habría muerto tras comer una sandia envenenada el luchador de MMA, Alexander Pisarev

En las últimas horas se conoció la triste noticia del fallecimiento de Alexander Pisarev. El reconocido luchador ruso tenía 33 años y se destacaba en la categoría MMA. Según las primeras versiones, la principal hipótesis de su deceso es que murió mientras dormía luego de comer una sandía que estaría envenenada: la Policía está investigando una posible intoxicación alimentaria. No peleaba hace más de dos años.

“Pisarev murió mientras dormía. No tenía ningún problema de salud crónico. Según los informes preliminares, la muerte se produjo por una intoxicación alimentaria”, informó la agencia de noticias estatal rusa TASS. El deceso tuvo lugar el domingo. Su esposa, que también ingirió la misma fruta, se encuentra hospitalizada.

 

“Los investigadores, con la participación de un especialista forense, están realizando una inspección adicional de la escena, confiscando elementos relevantes para la investigación y planificando un examen químico forense”, agregaron desde el Comité de Investigación de la Región de Moscú sobre la investigación en curso.

Alexander Pisarev fue campeón en Moscú y finalista del Campeonato Europeo de MMA. En total, Alexander participó en cinco combates de MMA, consiguiendo tres victorias y dos derrotas: su última pelea fue en febrero de 2020, cuando cayó ante su compatriota Maxim Usoyan.

 

Para encontrar un antecedente de este tipo en la MMA debemos remontarnos a enero de este año cuando encontraron muerto a David Koenig. El luchador de 25 años estaba desaparecido desde febrero del 2020 y fue encontrado en las cercanías de la ciudad de Branson, Estados Unidos.

Los uniformados descartaron que se tratara de un suicidio, a pesar de que en la ultima noche que se supo algo de el había sido unos mensajes que David Koenig le escribió a sus amigos pidiendo ayuda. Sobre la muerte del joven luchador, la policía dijo: “El examen de los restos realizado por un patólogo forense determinó que no hubo trauma y que la muerte no parecía ser el resultado de un juego sucio”.