Los telegramas de despidos ya salieron a la calle: la petrolera YFP comenzó con un duro plan de ajuste y, según trascendió, las cesantías alcanzarían a 400 trabajadores de Rincón de los Sauces, a unos 300 en Cutral Có y Plaza Huincul y otros 300 en Catriel.

Estas mil cesantías afectarían a los trabajadores de pozos convencionales que ven un futuro negro dado que las empresas se muestran interesadas solo en yacimientos no convencionales y se concentran en el gas –para el cual el Gobierno nacional viene de garantizar un abultado precio de 7,5 dólares por millón de BTU.

El titular del gremio, quien también es senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino, Guillermo Pereyra, “amenazó” con una resistencia ante el ajuste de la patronal pero lo cierto es que él mismo admitió haber dejado pasar 1.700 despidos en YPF en 2017 y firmó -de forma inconsulta- a una paritaria del 15% en dos cuotas. Los obreros se preguntan, entonces, si pueden confiar en un compromiso que viene de él.