El gobierno de Mauricio Macri le pega a todos los trabajadores por igual: mientras la mayoría cobra menos de lo que cuesta una canasta básica, quienes tienen mejor suerte no pueden salvarse del Impuesto a las Ganancias.

Según datos oficiales, aumentó un 78,86 por ciento la cantidad de personas afectadas por el impuesto al salario.

Los números son claros: en enero de 2016, un mes después de la asunción del Presidente, habían afrontado el impuesto unos 1.230.000 trabajadores y en diciembre de 2017, al cumplirse dos años de mandato, ya eran 2.207.577 millones entre trabajadores activos, jubilados y pensionados.

La canasta básica ya supera los 17 mil pesos mensuales y un trabajador soltero y sin hijos (que es el que no tiene cargas de familias) se ve alcanzado por el impuesto a las Ganancias a partir de 29.855 pesos en mano; a la vez que un trabajador casado y con dos hijos de hasta 18 años tiene un mínimo no imponible de 47.584 pesos brutos, que en salario de bolsillo implica unos 39.495 pesos.