Los últimos números del Indec, el centro de estadística y censo del Gobierno, son preocupantes: la mitad de los trabajadores cobran menos de 11 mil pesos por mes, lo que no les permite acceder a la canasta básica cotizada en 17 mil pesos.

Si bien el Indec destacó una leve mejora en la distribución del ingreso, la desigualdad  en el país sigue siendo preocupante: el 10% más rico concentró el 30,4% de la riqueza generada a fines de 2017 frente al más que magro 1,4% que obtuvo el 10% más pobre.

Y si bien el presidente Mauricio Macri anunció con bombos y platillos que la pobreza bajó, que “lo peor ya pasó”, lo cierto es que solo el 20% de los trabajadores gana 20 mil pesos y accede ajustado a la Canasta Básica Total, que también es medida por el Indec, y que ya llegó a los 17.537 pesos para una familia tipo.
 


Macri, decepcionado de su propio trabajo
 

“Transparentar eso nos puso la inflación en cuarenta y pico y de ahí venimos bajando. Y yo quería bajar más rápido. Pensé que íbamos a bajar más rápido”. Las palabras son tan claras como duras: el propio presidente Mauricio Macri admitió semanas atrás que la economía es un potro difícil de domar para su equipo, al cual llamó como “el mejor de los últimos cincuenta años”.

En diálogo con América TV, el jefe del Estado justificó: “El país, la sociedad, no es un tablero de control que movés las perillas y todo gira: la sociedad son personas que tienen que entender para poder acompañar”.