Las estadísticas que miden la pobreza y la indigencia muestran números alarmantes: la Canasta Básica Total (CBT) aumentó el año pasado 52,9%, y la Alimentaria (CBA) se incrementó 53,5%, ambas por encima de la inflación, que –según datos del propio Indec- cerró en 47,6% en 2018. 

La Canasta Básica Total es eso que necesita una familia para no entrar en la pobreza y, por lo que se vio en números oficiales, en diciembre llegó a tener un costo de 25.493,80 pesos.

Por su parte, la Canasta alimentaria, que es lo mínimo e indispensable para que las personas no sean consideradas en estado de indigencia, alcanzó a los 10.197,53 pesos.

El costo anual de ambas canastas que el Indec releva en el Gran Buenos Aires, se ubicaron por debajo del valor que elabora la dirección de estadísticas del gobierno porteño. Pero números más o números menos todo esto está bajo la lupa porque sumado al desempleo se convierte en algo peligroso para la economía interna.

Fuente: Minuto Uno.