El doctor Antonio Messina trabaja como anestesiólogo y reanimador en la unidad de cuidados intensivos del hospital IRCCS Humanitas de Milán, en el norte de Italia. Actualmente, Milán es una de las ciudades más afectadas por el coronavirus: es la capital de Lombardía, la región con mayor cantidad de infectados en Europa. 

“Nunca me habría imaginado, ni yo ni nadie, vivir en mi vida profesional algo parecido a esta pandemia”, reveló del médico. “Tanto por el número de afectados como por las dificultades que conlleva trabajar en un entorno donde es fundamental no contagiarse. Sin embargo, me siento muy orgulloso con nuestra respuesta como profesionales. Creo que todo el personal sanitario está dando una respuesta entre impensable y conmovedora”. 

Antonio también mencionó los aspectos más difíciles de su trabajo en la unidad de cuidados intensivos: “Por ejemplo, hablar con los enfermos es complicado. Ellos llegan con dificultades respiratorias y les ponemos un casco con oxígeno y nosotros estamos detrás de una máscara con visera. Y luego está la relación con sus familiares. Nosotros los llamamos por teléfono todos los días, una vez por día, para explicarles cuál es la situación clínica”. 

El médico italiano explicó que a pesar de la pandemia y la situación a la que se enfrenta en el día a día, no está asustado: “No tengo miedo. Me siento en el lugar y en el momento correctos. Si no lo hacemos los profesionales como yo, ¿quién más lo podría hacer? Pero sí es verdad que hay posibilidad de que me contagie. Y lo que me asusta es justamente las posibles repercusiones sobre mi entorno familiar. Considera que mis padres tienen más de 60 años y claramente viven encerrados en casa”. 

Sin embargo, su mayor preocupación es cuándo será la vuelta a la rutina: “Pero lo que realmente me da miedo es la vuelta a la normalidad. No sé cuánto tiempo pasará antes de que podamos abrazarnos, estrecharnos la mano o mirarnos de cerca como hacíamos antes. Creo que durante un tiempo quedará el miedo a contagiarnos”. 

En su perfil de Facebook, Antonio publicó una carta dedicada a su abuela en la que decía: “Abuela, te quiero mucho, pero si tuvieras coronavirus no te pondría en la UCI, y espero que no lo hiciera ningún otro médico”. El médico de Italia explicó la razón detrás de esto: Mi abuela tiene 86 años, es lúcida, tiene buena salud, pero es muy probable que no saliese viva de un tratamiento de cuidado intensivos”. 

Luego explicó: “Nosotros elegimos a diario y en equipo qué tratamiento aplicar según las condiciones de los pacientes y su expectativa de vida. Se llama proporcionalidad de los tratamientos. Es decir, en medicina se pueden hacer muchas cosas y las máquinas se pueden usar en muchos ámbitos”. 

“Hay un momento en que lo que estamos haciendo ya no es funcional para la supervivencia del paciente y en que la aplicación de la técnica prevalece sobre las expectativas de curación. Además, hay que tener en cuenta la voluntad del paciente, y estoy seguro de que mi abuela tampoco querría entrar en cuidados intensivos”, agregó el médico de Italia. 

Fuente: La 100 radios