El brote de CVID-19 que tiene en alerta al mundo nació en la ciudad de Wuhan, centro de China.

Desde aquel momento, una supuesta mutación en murciélago fue señalado como el origen de la pandemia. En la ciudad china existe un mercado donde se comercializaban animales salvajes para su consumo.

La cadena estadounidense CBS señaló que las autoridades chinas resolvieron prohibir la venta y el consumo de estos animales. Asi también, ofrecieron dinero a los granjeros para que dejen de criar estas especies.

El anunció ocurrió el día de ayer. Por otra parte, las autoridades también cancelaron todo tipo de caza de animales salvajes dentro de los límites de la ciudad.

En este contexto, se declaró a Wuhan "un santuario de vida silvestre" y sólo habilitará caza autorizada por el gobierno para "investigación científica, regulación de la población, monitoreo de enfermedades epidémicas y otras circunstancias especiales".

Además se reglamentaron controles sobre la cría de todos los animales salvajes para dejar en claro que ninguno podría ser considerado como alimento. Esta es la primera vez que las autoridades chinas se comprometen con una medida de este tipo para terminar con esta costumbre en el país, denunciada por varias organizaciones internacionales por la falta de controles de salubridad.

Fuente: Crónica.com.ar