La Iglesia chilena, que llevó a 29 obispos convocados en el Vaticano a presentar la renuncia en bloque al Papa, dio otra vuelta de tuerca: dos senadoras chilenas presentaron un proyecto de ley para revocar la nacionalidad otorgada por gracia en 2008 al hasta entonces italiano Ricardo Ezzatti, arzobispo de Santiago y cardenal. Por otro lado, están viajando a Roma cinco religiosos y cuatro laicos abusados por curas, que el Papa recibirá en el Vaticano durante el fin de semana y albergará en la casa de Santa Marta, el hotel interno donde reside Jorge Bergoglio.

Las senadoras Ximena Rincón y Adriana Muñoz argumentaron que el cardenal Ezzati “ha dejado de cumplir los requisitos que dicho beneficio establece en la normativa chilena”.

La iniciativa es un misil disparado contra el arzobispo de la capital, acusado de ser uno de los mayores responsables de seguir al cardenal Francisco Errázuriz en la consolidación de una iglesia conservadora y replegada en sí misma, que dio cobertura a clérigos abusadores “para evitar el escándalo” y daño irreparablemente la vida de muchas víctimas.

El Papa recibió ya a tres de las víctimas del monseñor Fernando Karadima, que ejercítaba una influencia carismática en las clases altas chilenas, sobre todo durante la dictadura de Augusto Pinochet, a la que estaba vinculado.

Fuente: Clarín