Según afirma una nota publicada en el New York Times, miles de pacientes que sufrieron coronavirus en un nivel grave tienen que lidiar posteriormente con una serie de inquietantes síntomas residuales.

Aquellos problemas de salud podrían persistir durante meses, años e incluso el resto de su vida.

Tras permanecer internados por falla respiratoria grave, se observa que los pacientes sufren problemas físicos, neurológicos, cognitivos y emocionales.

“La cuestión no es sólo: 'Ah, la pasé muy mal en el hospital, pero gracias a Dios estoy en casa y todo volvió a la normalidad'”, dijo el Dr. David Putrino, director de innovación en la rehabilitación del Sistema de Salud de Mount Sinai de Nueva York. “La cosa es: ‘La pasé muy mal en el hospital y ¿saben qué? El mundo sigue en llamas. Tengo que enfrentar eso mientras también trato de ponerme de algún modo al día con lo que era mi vida anterior’”.

Aún es demasiado pronto para decir cómo será la recuperación para estos pacientes. Pero la siguiente es una mirada a lo que han experimentado hasta ahora, qué podemos aprender de los pacientes recuperados con experiencias médicas similares y los desafíos que muy probablemente haya por delante.

Entre los problemas que experimentan los pacientes luego de salir del hospital se encuentran cicatrices, daños o inflamación que todavía necesita curarse en los pulmones, el corazón, los riñones, el hígado u otros órganos. Esto puede ocasionar una serie de problemas, como trastornos urinarios y metabólicos.

El director médico del nuevo Centro de Terapia Post-Covid del Sistema de Salud de Mount Sinai, Dr. Zijian Chen, afirmó que observaron como problema principal la dificultad para respirar, que puede ser resultado de disfunciones pulmonares o cardíacas o de un problema de trombosis.

“Algunos tienen una tos intermitente que no se va y les hace difícil respirar”, señaló.

Incluso, algunos convalecientes deben recibir oxígeno por vía nasal en su casa, pero esto no los ayuda lo suficiente.

También se observó que muchos pacientes presentan dificultades para tragar o para hablar más alto que en susurros.

Otra dificultad que se presenta en personas que estuvieron internadas largo tiempo es debilidad muscular. En consecuencia, pueden tener problemas para caminar, subir escaleras o levantar objetos.

Así mismo,  Chen dijo que el centro post-COVID de Mount Sinai ha derivado casi un 40% de pacientes a un neurólogo por problemas como fatiga, confusión u obnubilación mental.

Por otra parte, “es muy común que los pacientes tengan trastorno de estrés postraumático después de pasar por eso: pesadillas, depresión y ansiedad porque tienen flashbacks y recuerdan lo que pasó”, dijo la Dra. Lauren Ferrante, médica especialista en pulmones y cuidados críticos de la Escuela de Medicina de Yale que estudia los resultados de la recuperación tras una internación en terapia intensiva.

Para describir la amplia variedad de problemas de recuperación, los expertos a menudo usan un término general, acuñado hace aproximadamente una década: síndrome post-terapia intensiva, que puede incluir cualquiera de los síntomas físicos, cognitivos y emocionales que presentan los pacientes.

Fuente: The New York Times