Christian Brueckner, ciudadano alemán de 43 años, actualmente se encuentra cumpliendo una condena en una cárcel alemana por tráfico de drogas mientras apela una sentencia de siete años por una violación en Praia da Luz, ocurrida 18 meses antes de que Madeleine fuera secuestrada hace 13 años.

Una ex pareja del hombre, principal sospechoso por la desaparición de Madeleine McCann hace 13 años en una playa de Portugal, contó la violencia de género que él ejerció en diversas situaciones de la relación.

En declaraciones al medio Daily Star, la mujer británica de 45 años relató que cuando ella tenía 28 años consiguió trabajo en un restaurante llamado Taberna de Lagos, ubicado en Algarve, Portugal. 

Por ese entonces, Brueckner era también camarero en ese lugar. Según sostuvo la mujer, apenas se conocieron, en la primavera de 2004, se hicieron amigos.

“Podía ser muy, muy encantador, muy divertido y muy suave en su forma de hablar. Era incluso un caballero. Conducía su lindo auto -un Jaguar negro-, era muy gentil y hablaba correctamente. Nuestra vida sexual era normal”, contó la mujer que eligió preservar su identidad.

Según su relato, tras varios meses de relación cambió ya que él “dejó de ser tan bueno” y a continuación relató una situación que vivió luego de que Brueckner la viera hablando con un amigo.

“Estábamos charlando y de repente dejó de hablarme, como si estuviera asustado o si de repente recordara algo. Alguien me dijo más tarde que Christian había amenazado previamente al tipo porque nos había visto hablar”, detalló. 

A partir de este episodio la relación empeoró y el principal sospechoso de haber raptado a Madeleine comenzó a exigirle que limpiara su casa por su condición de mujer y ante la negativa de ella, le respondió que “las mujeres inglesas son todas vagas”.

Pero eso no fue todo, algo más grave pasó la noche del 31 de diciembre de 2004 en el bar donde ella trabajaba, cuando unos amigos le dieron un abrazo y le desearon feliz año nuevo.

“Chris de repente vino al bar con una rabia loca y me arrastró delante todos. Me agarró por el cuello, me metió al baño de chicas y me golpeó la cabeza contra la pared. Hubo personas que me lo quitaron de encima, creo que se necesitaron cuatro hombres grandes para apartarlo”, recordó la testigo.

Si bien aquella noche intervino la policía, ella decidió no denunciarlo por temor a las represalias. La británica se quedó en el bar hasta que una amiga la acompañó a su vivienda, donde ocurrió otro hecho escalofriante.

“Es difícil de explicar, algo simplemente se sentía extraño. Fui al baño y el asiento del inodoro estaba levantado. Siempre lo pongo abajo, es lo que hago, así que fue otra pista. Tenía la seguridad de que alguien estaba o había estado allí”, contó.

Y agregó: “Empecé a buscar en los armarios y luego pensé en revisar debajo de la cama. Estaba escondido allí, acostado de espaldas, mirándome. ¿Puedes imaginarte cómo se sintió eso? Me congelé. No sabía lo que me iba a hacer”. 

A mediados del 2005, la relación terminó de manera definitiva luego de que ella encontrara ropa interior de mujer en un bolso de Brueckner. 

Él hombre comenzó a acosarla y debido a estas situaciones intervinó numerosas veces la policía. “A veces me rogaba volver con él, pero otras me amenazaba y me decía: 'Voy a averiguar dónde están tus padres y les voy a hacer algo'”, señaló.

Dos años más tarde, Madeleine McCann desapareció y la mujer, que todavía vivía en Algarve, fue interrogada por la policía sobre Brueckner, pero ella aseveró que nunca le habían comentado que el caso era sobre Madeleine. En este sentido, comentó: “En estos tiempos estoy empezando a preguntarme cada vez más seguido si él tuvo que ver con la desaparición de Maddie. Y si lo hizo, necesita ser realmente castigado por ello”.

Fuente: Página12