La familia de Matías Burstein le da play una y otra vez a esos pocos segundos en el que este argentino radicado en Israel desde su infancia pasa delante de la cámara del celular de un desconocido. El hombre de remera negra y bermudas insulta en hebreo ante el atasco de coches en una ruta del desierto israelí.

Matías junto a su esposa israelí Einav intentaban escapar de la masacre de la fiesta electrónica que se realizaba a pocos kilómetros de la Franja de Gaza. Luego, con los disparos zumbando en sus oídos, Burstein se comunica con un amigo y a los gritos le cuenta del ataque de Hamas. Después de eso no se sabe nada más del matrimonio. No están en las listas de víctimas ni en las de secuestrados por el grupo terrorista palestino.

Dos nenas que esperan a sus papás

Eso no es todo, la pareja dejó dos nenas de 12 y 9 años que todavía no entienden bien lo que le pasó a sus padres. “Le empezamos a contar de a poco que hubo un problema en la fiesta en la que fueron. Y que van a tardar en volver a verlos”, explica Fanny Burstein abuela de las chicas y mamá de Matías en diálogo con Infobae.

Fanny y su marido Pedro Burstein emigraron a Israel tras la hiperinflación de 1989. El padre de la familia era joyero en Argentina y barajó varios lugares del mundo para abandonar Argentina. “Había chances de ir a España o Miami –recuerda Fanny-. Pero yo le dije si nos vamos del país es a Israel. Yo soy sionista desde joven”.

Llegaron a Israel con Matías de 7 años y Yamila de 4. Pedro se puso a trabajar en la construcción, mientras Fanny lo hacía en una empresa textil. En menos de 6 meses consiguieron una casa por medio del Estado israelí.

Los Burstein construyeron toda su vida en Medio Oriente. De hecho, Fanny habla un castellano perfecto pero con algo de acento. “En Israel me dicen que hablo el castellano ´muy en argentino´. Y en Buenos Aires, me dicen que parezco extranjera”, se sonríe la mujer mientras lo cuenta.

Los Burstein participan de una organización de latinos en Israel en la que su mayoría son argentinos. “Jugamos al burako y al truco los fines de semana - explica la mujer-.

Esta semana Fanny y Yamila participaron en un zoom con el presidente Alberto Fernández. Esta familia es una más de otras de Argentina que no saben nada de sus compatriotas. Sus nombres no aparecen ni entre las víctimas, ni entre los secuestrados registrados por Hamas. “Las listas oficiales reportan 199 personas en cautiverio. Sin embargo, habría al menos 250 en esas condiciones”, explica la mujer.

Fuente: Infobae