Aerolíneas Argentinas realizó el martes una conferencia de prensa en la que confirmó lo que se venía especulando hace algunos días: una posible reconfiguración de los asientos en la cabina de pasajeros para los vuelos de cabotaje.

Varios medios especializados en aviación habían anticipado como posible esta medida y hasta sentenciaban que dicha modificación se trataba de la eliminación de la clase business de Aerolíneas Argentinas denominada “Club Economy”.

La modificación en cabina se llevará a cabo en los modelos Boeing 737-800 (actualmente poseen una configuración de 162 asientos en “Económica” y 8 en “Club Economy”, y pasarán a tener 186 o 189 asientos en “Económica”), pero quedarán los 737-MAX 8 que posee la compañía y que pronto terminarán reemplazando los pocos 737-700 que todavía quedan operativos. Estos dos últimos modelos de avión, igualmente, mantendrán la configuración con la clase business.

Este anuncio lleva a analizar por qué motivo se toman este tipo de decisiones. El tipo de configuración de asientos de un avión depende de varios factores. Uno de los principales que podría tenerse en cuenta es la estructura de negocios de la empresa aérea que solicita el equipo. Otros podrían ser el tipo de ruta que operará el avión que se está adquiriendo, el tipo de demanda que tiene una ruta o mercado específico, la competencia existente en ese mercado, la maximización de ganancias de la compañía, y otras circunstancias más. En fin, la configuración de los asientos de un avión será una de las tantas decisiones que formará parte de la estrategia de negocios de una compañía aérea.

Cuando se tiene en cuenta qué tipo de ruta se operará, y ésta es mayoritariamente turística, es decir, la mayoría de sus pasajeros se dirigen a destino con un fin de ocio, podríamos suponer que la clase business tiene poco sentido, teniendo en cuenta que en su gran mayoría el pasajero de esta sección prioriza precios antes que confort. En cambio, cuando la ruta tiene características de ejecutiva, es decir, sus pasajeros viajan por trabajo o negocios, posiblemente encontremos una cuota más grande de demanda para un tipo de servicio diferenciado, como en este caso Aerolíneas ofrece con su “Club Economy”.

En el caso de Aerolíneas Argentinas, la medida tiene cuestiones positivas pero también negativas. Es positivo que la empresa se actualice y tome medidas concretas que busquen mejor rentabilidad porque necesita competir fuertemente con otras compañías que operan en el país. Además, es sabido que las ganancias en la industria aerocomercial son muy pequeñas, principalmente en un mercado poco desarrollado como lo es América Latina, donde el promedio de viajes por habitante es de 0,5. Así que no debería generar sorpresa cuando se toman medidas de esta índole en la industria aerocomercial. Este sector es muy complejo y está en permanente reconfiguración debido a la constante búsqueda de la baja de costos. Es por eso también que deberíamos preguntarnos si en tramos cortos de no más de 3 horas, donde quizás no es necesario tener una comodidad extra por el poco tiempo de vuelo, es rentable tener una clase business con 8 asientos en vez de tener 16 o 19 lugares adicionales y poder volcar a la venta más pasajes a un precio más accesible.

Por otro lado, resulta negativo que Aerolíneas abandone una clase de asientos con servicios diferenciados cuando seguramente existe en el mercado una demanda de ello. Cualquiera que haya tenido la posibilidad de viajar alguna vez por Aerolíneas Argentinas en vuelos de cabotaje pudo observar que nunca la clase business (la que se ubica en la parte delantera del avión) esté vacía. Así también, es posible que alguna vez hayan recibido algún mensaje en su correo electrónico que los invitaba a ofertar un precio -como si fuera una subasta- para quedarse con ese lugar y disfrutar de los beneficios de esa clase. Esta última medida, por cierto, es muy usada en la industria para cubrir los lugares aún no vendidos. Sin embargo, también es cierto que, al no reconfigurar toda la flota, Aerolíneas podría utilizar en segmentos horarios con características más ejecutivas de una ruta específica los aviones 737-700 o los Embraer 190 de Austral (pertenece al mismo grupo empresario), y así cubrir la demanda de asientos business.

Más allá de las consideraciones positivas y negativas que se puedan tener, es importante tener en cuenta en dónde se está parado y para dónde va la industria aerocomercial. En esa línea, la única conclusión que puede sacarse concretamente es que lo que buscan las aerolíneas del mundo es la baja de los costos operativos para pasajes más baratos y accesibles y, a su vez, mayores ganancias. Pero en ese camino de baja de costos no sólo están sumergidas las aerolíneas del mundo sino también las empresas constructoras de aviones que buscan permanentemente el abaratamiento de los costos operativos de los aviones que diseñan.

La reconfiguración de asientos en la cabina de pasajeros de la flota de Aerolíneas Argentinas va en línea con lo que se comentaba en el párrafo anterior. Está claro que hay una búsqueda de menores costos operativos y de ofrecer servicios que le permitan maximizar ganancias y competir fuertemente precios bajos con las demás compañías que operan en el país, y las que en un futuro cercano podrían operar.