Fotos: LMNEUQUEN.COM
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Mientras en el Congreso continúan las audiencias por el proyecto de ley para que se legalice el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Comahue los alumnos dieron cátedra. Alrededor de sesenta egresados de medicina subieron a recibir su diploma, pero la mitad de ellos lo hizo con el pañuelo de la Campaña por el Aborto. Todo un símbolo y una decisión política. 

Y si bien suele decirse que lo “más difícil” para lograr que el Proyecto se convierta en Ley es el “interior”, en este caso es el interior el que está sentando precedente.

En la facultad de Ciencias Médicas se viene haciendo un trabajo sostenido desde hace cinco años con este tema. Primero, con un seminario de derecho sexuales reproductivos y el año pasado con la innovadora Cátedra libre sobre aborto. Esa catedra surgió como propuesta del centro de estudiantes a las dos docentes que coordinaban el seminario: Gabriela Luchetti, docente y ginecóloga y Ruth Zurbriggen, activista de La Colectiva Feminista La Revuelta y parte de socorristas en red, un colectivo integrado por 35 espacios en distintas ciudades del país que dan información y acompañamos a mujeres que necesitan abortar con medicamentos para que lo hagan de manera segura.

Según explicó Zurbriggen a Argentinos Online la cátedra libre “se aprobó por unanimidad en el Consejo Directivo de la facultad de ciencias médicas en 2017. Después en el Consejo Superior se votó con una sola abstención y ningún voto en contra. Nosotras sentimos que hubo un sostén y una decisión política desde la universidad”. 

La cátedra libre tiene como objetivo la puesta en circulación de conocimientos, saberes y experiencias sobre el aborto y el formato implica que no tiene la formalidad de que solamente pueden cursarla estudiantes regulares sino que pueden cursarla personas de la comunidad, que no hayan ido nunca a la universidad.

Sin embargo, de los 180 alumnos que asisten, el 70 por ciento son estudiantes de medicina. “Esto muestra que hay un interés en la temática. Cuando hicimos el acto de apertura, que fue un acto político, participaron 400 personas, motivados por toda esta situación vinculada al debate”, explica la docente. Y agrega: “Estos estudiantes que se recibieron ahora en la última colación son parte de esos grupos que fueron participando del seminario de salud sexual y reproductiva, y que saben que aún falta mucho en la carrera en general. Queremos que todo lo que nos vaya mostrando la cátedra sea un material que sirva para pensar la currícula de la facultad de medicina”.

No todo es tan simple. Muchos profesores conservadores de la Facultad hicieron saber que estaban en contra de la Cátedra Libre a través de artículos publicados en diarios locales. Sin embargo, dentro de la facultad, nadie se anima a alzar la voz, sobre todo porque saben que las autoridades en cierto modo lo avalan. 

Toda esta experiencia dio como resultado que en la última semana, los estudiantes—mujeres y varones— que estaban a punto de recibir su título se organizaran, conversaran y decidieran subir todos juntos a obtener su diploma con el pañuelo verde. Hubo toda una ingeniería detrás, porque no sólo ellos portaban el símbolo sino que muchas familias desde las butacas también decidieron ponerse el pañuelo verde. 

“Hace cinco años se recibió un médico que fue el único que sacó el pañuelo. De aquel acto de colación hoy el resultado es muy positivo. Una de las organizadoras me dijo que para ellas también había sido importante porque incluso para algunas que se pusieron el pañuelo fue una salida del clóset ante su familia, mostrándoles de qué lado estaban. Aprovecharon ese momento para manifestarse. Es muy significativo”.