Y ahora que estamos juntas

Otro 3 de junio, el mismo grito y otros tantos nuevos. Las mujeres nuevamente volvemos a decir Ni Una Menos contra la violencia machista y patriarcal. Las mujeres nuevamente salimos a copar las calles de todas las ciudades del país. Las mujeres estamos organizadas y decididas a seguir la lucha que empezó hace más de treinta años cuando unas pioneras, a las que igual que las Madres y Abuelas les decían locas, empezaron a decir en voz alta que el Aborto debía ser Legal, Seguro y Gratuito.

Hoy las calles volverán a inundarse de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis con ese grito que se inició el 3 de junio de 2015 pocos días después del femicidio de Chiara Páez, una chica de 14 años que vivía en la localidad de Rufino, en Santa Fe, cuando su novio la mató a golpes y la enterró en el patio de su casa. Chiara estaba embarazada. 

Pero en la jornada de hoy se sumarán otros reclamos, porque el movimiento de mujeres es, sobre todo, un movimiento político e ideológico. Este domingo se realizaron distintas actividades, sobre todo “pañuelazos” en distintos puntos del país. Hubo multitudes en Rosario, Entre Ríos y Capital Federal, en donde un el grupo de Actrices Argentinas levantó bien alto su pañuelo verde y muchas de ellas, lo volvieron a mostrar por la noche, en la celebración de los Martín Fierro. Incluso, muchas de ellas aprovecharon el micrófono para interpelar directamente a los legisladores que el 13 de junio lo tratarán, por primera vez en la historia, en el recinto.  

Esta vez, las mujeres decimos que Ni Una Trabajadora Menos frente a los despidos constantes y masivos que imponen las políticas de ajuste. Desendeudadas Nos Queremos frente a la expropiación de nuestro tiempo y nuestro trabajo por el disciplinamiento financiero. Ni Una Travesti Menos para dar cuenta de cómo los cuerpos disidentes son marcados de manera particular por el machismo. Ni Una Migrante Menos para denunciar las políticas del racismo institucional. 

Es la bandera de Ni Una Menos la que se cuelga en las escuelas para reclamar Educación Sexual Integral y también se hace oír el Ni Una Menos por aborto clandestino. 

Según la organización La Casa del Encuentro, en lo que va del año se produjo un femicidio cada 32 horas. O sea, en 2018 114 mujeres y niñas fueron asesinadas por ser mujeres. El dato más estremecedor sigue siendo que la mayor parte de los femicidios ocurrieron en las casas familiares. La provincia que encabeza el listado es Buenos Aires, seguida por Santa Fe u Córdoba. 

Es una realidad: los umbrales de tolerancia frente a la violencia machista se han modificado sin vuelta atrás. El feminismo no es una moda, no es una remera, ni puede ser reducido a la demanda de cupos –aun cuando la paridad es una exigencia en todos los ámbitos de organización y de representación mixtos–. Tampoco es un lugar a ocupar en una unidad que no se cuestione el modo de construir política, de ejercer liderazgos y de representar a otrxs. No es tampoco reducible a un conjunto de demandas a incluir en una plataforma electoral.