-Hola Patricia, espero estés bien. Vengo de Rosario. Tengo una escucha para darte y un arrepentido por los disparos a los integrantes de la cámara. Cuando quieras nos vemos. Un beso.

Este fragmento forma parte de un mensaje de WhatsApp enviado por Marcelo D'Alessio a Patricia Bullrich, cuando todavía era ministra de Seguridad de la nación. El falso abogado menciona un encuentro con familiares de la organización narco "Los Monos", ofrecía información y decía saber sobre los atentados a jueces que intervinieron en causas ligadas a esa banda.

-OK ¿Podés reunirte con Bonini? Y le das el material y después nos vemos nosotros.

Esa fue la respuesta de la exfuncionaria, aludiendo a un miembro de su cartera que se ocupaba de casos de crimen organizado y delitos complejos. 

Este increíble intercambio figura en una resolución del juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, y es parte de las razones por las que se le rechaza a D’Alessio el pedido de prisión domiciliaria en la causa donde se investiga una gran trama de espionaje ilegal, por la que está detenido hace un año.

El fallo advierte que “las características de las acciones ilícitas” así como los “vínculos de mutuo interés que forjó” el espía con funcionarios, fiscales, jueces, miembros de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), policías y periodistas, confirman su capacidad para entorpecer la investigación y/o fugarse. El caso de Bullrich, a la vez, revela una línea de la causa en pleno análisis sobre el papel de quienes fueron “usuarios” de datos provenientes de espionaje ilegal. En ese capítulo también está pendiente la situación de Elisa Carrió, Paula Oliveto y Mariana Zuvic.

[ESCUCHAS ILEGALES] Nuevos audios entre D'Alessio y la exministra de Seguridad Patricia Bullrich

El caso de la ex ministra Bullrich parece elocuente. Junto con el intercambio donde ofrece una escucha ligada a "Los Monos" hay otro en el que D’Alessio asegura que tiene filmaciones aéreas en un barrio privado, "Puerto Roldán", en la ciudad de Rosario.

Además de los contactos conocidos con funcionarios, miembros del sistema judicial y los medios de comunicación, Ramos Padilla tiene un largo listado de motivos por los cuales considera que D'Alessio no debería estar en libertad. Entre ellos conversaciones que lo involucran en falsificación de documentos y transferencias financieras internacionales con fondos de origen ilícito, ambas que podrían llevarlo fácilmente a escaparse como prófugo de la Justicia. 

Además, Ramos Padilla recuerda las múltiples obstaculizaciones que D'Alessio llevó a cabo durante allanamientos e investigaciones, incluyendo amenazas y extorsiones. “No puede soslayarse que D’Alessio, además de conocimientos específicos en diversas temáticas y actividades ilícitas de variada índole que le permitieron vincularse con todo tipo de actores, en particular, corresponde aquí destacar que posee vinculación con distintos estamentos de los poderes políticos y de las fuerzas de seguridad e inteligencia, lo que torna inseguro per se el cumplimiento de su detención en un domicilio particular…”, concluye el juez, que ve como agravante que ostentara falsos títulos, tuviera acceso a armas sofisticadas, cámaras y otros elementos de espionaje.

Subraya que era un “agente inorgánico” que “colaboraba” con la AFI y reportaba a Bogoliuk. Y agrega que “las operaciones o planes prohibidos que emprendió, estuvieron vinculados a la actividad del poder judicial o de los ministerios públicos fiscales”, y recuerda el papel de Bidone y Stornellli. Pero además muestra el vínculo de cercanía que tenía con el fallecido Claudio Bonadío, a través de un correo electrónico que le hace llegar a una intermediaria, recordando sus aportes en la causa sobre importación de Gas Natural Licuado, que incluía una suerte de lista negra.

Hay pruebas, sintetiza el fallo, de más de 30 operaciones de inteligencia y 60 personas sobre las que se hicieron operaciones o investigaciones ilegales por parte de la organización investigada. El tipo de operaciones ejecutadas (ablandes, aprietes, puestas en pánico, carpetazos) también son parte de los riesgos procesales. Más allá de la discusión sobre la domiciliaria de D’Alessio, el fallo revela la complejidad de la trama investigada, que está lejos de haber terminado. 

Fuente: Página 12