El fenómeno de la caída estrepitosa de la imagen del Presidente se debe a múltiples factores: el tarifazo, la corrida cambiaria, la devaluación.

Parece que las campañas de marketing no alcanzan ya para sacar las papas del fuego.
Las cifras de dos consultoras ilustran el escenario. Una es la que maneja el consultor Carlos De Angelis, director del Observatorio de la Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Los otros indicadores son de la última encuesta de la consultora Tendencias, que se realizó en la provincia de Buenos Aires hace unos días.El sondeo arrojó que el 70% tiene una visión pesimista de la situación económica y su evolución.

Según De Angelis, hubo varios desaciertos del oficialismo, incluso en un terreno donde era infalible: la comunicación. "Haber anunciado de antemano el veto a la ley que frenaba el tarifazo no me parece que haya sido una buena estrategia. Fue un aviso a la opinión pública para que nadie se entusiasme. El mensaje fue decirle a la gente que se prepare para el ajuste. Estamos con un ajuste ortodoxo, fondomonetarista. El discurso del gobierno se parece cada vez más al de la derecha tradicional, ya no tiene esos tintes aparentemente modernos. Sólo falta que digan que hay que pasar el invierno".  

El director de la consultora Dicen, Hilario Moreno, coincidió con en el marco global que planteó De Angelis. "Ya no hay margen para remontar la popularidad con algo que no sean resultados económicos concretos. Han caducado los mensajes de buena onda y las denuncias de corrupción contra el gobierno anterior”.