Sergio Bergman, ministro de Ambiente, pagó una exorbitante suma de dinero al emprendedor belga para que investigue sobre la producción de larvas de moscas y hongos. El objetivo sería crear 750 mil fuentes de trabajo a partir de este particular sistema.

El método de Gunter Pauli fue cuestionado por la Universidad de San Martín. Según informa el sitio Letra P, el plan diseñado por el belga consiste en "dividir al país en 18 eco-regiones y sostiene que con la producción de larvas de mosca se podrían generar unos 150.000 empleos, mientras que con los hongos se puede esperar 600.000".

Lo más inverosímil de la propuesta es que las cifras acercadas por Pauli "duplican la cantidad de empleados en Argentina en la actualidad en servicios de salid, agricultura y ganaderia o educación, empatan al transporte como demandante de puestos de trabajo y se acerca al millón de empleados registrados que hay en todos los comercios del país".

La Universidad de San Martín señaló que "las propuestas requieren grandes inversiones de dinero que el informe no especifica quien las podría afrontar" al tiempo que el informe del belga "incluye tecnologías que hoy no existen en el país, como la elaborción de papel piedra a partir de residuos de minería."

Según confirmó Letra P, el Gobierno pagó a Pauli un millón de dólares por estos servicios.