La publicación se inicia detallando sucesos del almuerzo ofrecido al presidente de España, Mariano Rajoy, que, entre sus invitados, contó con la presencia de Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte Suprema. Apunta, que en determinado momento del evento, Macri hizo llamar a Lorenzetti a la cabecera de la mesa. Es a partir de este primer párrafo en que ya se vislumbran vínculos no del todo claros entre los poderes: 
“Lo saludó con pompa y circunstancia y se lo presentó al mandatario visitante. El titular de la Corte Suprema ya sabe que esos gestos son casi todo lo que Macri le va a dar en público, aunque en privado se ocupe de evitar que los ataques cíclicos que le lanza Elisa Carrió pasen jamás de la retórica a los hechos.”

Clarín y el “apriete” de Macri a Lorenzetti

Seguido de esta suerte de crónica sobre el almuerzo ofrecido a Rajoy, el artículo continúa con el desarrollo de su título: “Macri, Lorenzetti y Carrió, vértices de un triángulo feroz”. El detalle sobre el funcionamiento de dicho triángulo es verdaderamente inquietante:
“Carrió aprieta a Lorenzetti porque es su obsesión personal. Pero esa presión siempre y de algún modo es funcional a Macri”. “Cuando el Presidente recién iniciaba su gestión ella dijo que Lorenzetti preparaba un golpe institucional para derrumbar al nuevo gobierno y sentarse en la Casa Rosada”. “Ahora lo acusa de proteger a la muy desprestigiada corporación judicial. No le avisa a Macri cuando lo va a sacudir a Lorenzetti. Pero tampoco deja de escuchar los consejos de Macri para que la sangre no termine de llegar al río”. Y agrega: “Lorenzetti querría que Macri tuviera a raya a Carrió. Ilusión imposible”.
Ahora bien, el tramo más sobresaliente de la nota, es lo que Julio Blanck, a nombre de quien figura el artículo, denomina “el juego de Macri”:
“Árbitro final del conflicto, Macri aprendió pronto a sacarle ventaja a esa posición.
Las andanadas de Carrió le sirven para tener a Lorenzetti dependiendo de su voluntad política: los pedidos de juicio contra el titular de la Corte sólo van a prosperar el día que Macri le dé luz verde a la tropa que Emilio Monzó dirige en el Congreso.
Hasta ahora no sucedió: los misiles de Carrió caen en el agua, la comisión de Juicio Político ni mosquea con los pedidos contra Lorenzetti. Pero tampoco los cierra y manda al archivo, como quisiera el jefe de la Corte, que de algún modo vive sobresaltado. Ese es el juego de Macri.”

Clarín y el “apriete” de Macri a Lorenzetti

Por último, y dando por hecho que existen dichas presiones sobre el poder judicial, afirma que, el Gobierno utiliza, a diferencia del kirchnerismo, lo que el periodista considera “armas menos sucias”, dándole a aquello un inexplicable valor agregado:
“Es la nueva escena de una vieja obra: quizá con mejores propósitos, y seguro con armas menos sucias y personajes menos patibularios que en tiempos kirchneristas, se replica el juego de presiones cruzadas para marcar qué camino debe seguir la Justicia.”