La decisión del gobierno de suspender el fondo de incentivo docente y la eliminación del plan 25, que había establecido en un convenio firmado con la provincia de Santa Fe en abril de 2023, ha generado una ola de críticas por el impacto negativo en la inversión educativa. Estas medidas, vistas como un severo ajuste fiscal, han provocado preocupación entre educadores y familias, temiendo que la calidad de la educación se vea comprometida.

El fondo de incentivo docente ha sido un pilar fundamental para mantener la motivación y el compromiso de los docentes, quienes ya enfrentan desafíos significativos en su labor diaria. La eliminación de este incentivo no solo afecta su bienestar económico, sino que también puede llevar a una disminución en la calidad de enseñanza que reciben los estudiantes.

Por otro lado, el plan 25 había prometido mejoras en la infraestructura y recursos para las escuelas de Santa Fe, un compromiso que ahora parece estar en el aire. La educación, que debería ser una de las principales inversiones de un país para asegurar un futuro próspero, está siendo relegada a un segundo plano, poniendo en riesgo el desarrollo integral de las nuevas generaciones.

Estas acciones han sido calificadas por muchos como un “terrible ajuste” que pone en peligro el derecho a una educación de calidad. La comunidad educativa y la sociedad en general esperan que se reconsideren estas medidas y se priorice la inversión en educación, esencial para el crecimiento y la equidad social.