Un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad reveló que sólo el 30% de las familias tiene un ingreso mensual suficiente para pagar el pago del alquiler y los insumos básicos sin caer bajo la línea de la pobreza. Es decir, el 70% se ubica por debajo de esa barrera.

El costo de un alquiler y de la canasta básica total que marca la línea de la pobreza para una familia tipo alcanza en la Ciudad de Buenos Aires los $48.700.

De acuerdo al relevamiento realizado por el área de inquilinos de la Defensoría, el precio promedio de un departamento de un ambiente en la Capital Federal es de $11.992; el de dos ambientes, $14.323; y el de tres ambientes, $19.472. En tanto, en abril la Canasta Básica Total para una familia porteña compuesta por una pareja de 35 años, propietarios de la vivienda y con dos niños de 6 y 9 años fue de $29.304.

Si a estos montos se le agrega el valor del alquiler de un departamento de tres ambientes ($19.472), la Defensoría concluyó que "para superar la línea de la pobreza, una familia inquilina con las mencionadas características necesita contar con ingresos superiores a $48.776. Un requisito que solo cumplen el 30% de las familias".

El reporte –según consignó el portal IProfesional-  también señaló que "para un hogar unipersonal, de un adulto de 25 años, económicamente activo y propietario de la vivienda, la Canasta Básica Total fue de $10.845. Si a este monto le agregamos el valor promedio del alquiler de un monoambiente ($11.992), obtenemos que para superar la línea de la pobreza un inquilino necesita contar con ingresos superiores a $22.837". Ese umbral de remuneraciones, explicó la Defensoría, "solo cumple el 50% de la población ocupada".

"La realidad que les toca vivir a gran parte del millón de inquilinos porteños es sumamente angustiante. Es evidente que, a la mitad de la población ocupada que percibe ingresos inferiores a $20.000 les resulta prácticamente imposible afrontar todos los gastos asociados a alquilar una vivienda y, al mismo tiempo, mantener niveles elementales de consumo: el dinero que les queda es de subsistencia y los convierte en hogares pobres en barrios de sectores medios", afirmó Fernando Muñoz, director del área de inquilinos de ese organismo porteño.