El editorial que presenta “The Economist” se titula “La crisis del gradualismo argentino”. Desde allí, realiza un análisis sobre la actualidad económica y las medidas impulsadas por el gobierno de Cambiemos, destacando:

“El problema es que la estabilización de la economía está tomando más tiempo de lo que el Gobierno había esperado y los inversores se han vuelto más reacios a prestarle a Argentina”.

A su vez, hace referencia a cómo el Gobierno debió modificar la meta respecto a la inflación: “Esto se hizo evidente por primera vez en diciembre, cuando el Gobierno modificó su meta de inflación para este año del 12% al 15%”.

“Pospuso desde 2019 hasta 2020 su objetivo de reducir la inflación al 5%. Los objetivos originales se corrigieron en 2016 en medio de mucha incertidumbre. Se supone que los nuevos son más realistas. Aún así, es poco probable que se cumpla el objetivo de este año”, señala.

En este contexto, agrega que: “La inflación se ha mantenido a una tasa del 25% en los últimos 12 meses, y el consenso del mercado es que terminará el año en un 20%”.

“En retrospectiva, podría haber sido más prudente retrasar la introducción de los objetivos de inflación hasta que la economía esté más cerca de ser estable. Pero eso es académico”.

Por otra parte, la revista también apunta al gobierno por el ‘tarifazo’ y a la caída en la imagen de Macri en las encuestas: “El aumento en los precios de la energía y el transporte ha golpeado duramente a la clase media (Los pobres están en gran medida protegidos). Eso ha afectado la calificación de aprobación del señor Macri, que se sitúa en torno al 40%, la más baja desde que fue elegido”.

Finalmente expresa: “Los rumores de descontento comienzan a alarmar a sus socios de coalición. La mayor preocupación es que las expectativas de inflación obstinadamente altas evitarán que la inflación caiga, y que sólo una recesión puede llevarla al nivel objetivo”.