Según una nota del periodista Santiago O’Donnell, aparecen en documentos de Wikileaks cinco ocasiones distintas del actual presidente contra la figura de Kirchner. La serie empieza con un cable del 27 de junio de 2008 relatando una reunión entre Macri y el gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford, que había tenido lugar el día 12 de ese mes, con la presencia del entonces embajador Earl Anthony Wayne y un grupo de asesores del jefe de Gobierno. En esa ocasión, Macri remarcó que Néstor Kirchner estaba completamente loco.

Durante bastante tiempo, Macri decía que los Estados Unidos tenían una responsabilidad por el comportamiento del presidente Kirchner. Cuando esta postura de Macri comenzó a volverse insistente, la embajadora Vilma Socorro Martínez le dijo a Macri que el gobierno de los Estados Unidos no tenía ninguna intención de pelearse con el gobierno argentino y que no tenía por qué hacer el trabajo que les corresponde a los políticos de la oposición.

“Macri no fue tímido al expresar su desprecio por la pareja presidencial, especialmente por el ex presidente Néstor Kirchner” informa la embajadora. “Está completamente loco. Como todas las circunstancias externas estuvieron a favor de la Argentina en los últimos años, nublaron la vista de la gente, pero ahora está claro. Simplemente, está loco.’ sería lo que habría expresado Mauricio Macri sobre el ex presidente. Macri se quejó de que ningún líder extranjero se hubiera enfrentado a Kirchner para hacerle pagar por su mala educación y su actitud desafiante. Esto animó a Kirchner a creer que su actitud confrontativa no tenía costos políticos. ‘Ahora estamos pagando el precio’ en la Argentina, dijo Macri. Cree que la falta de acceso del país a los mercados internacionales de capitales se debe al mal comportamiento del ex presidente.

El 6 de agosto de 2008, Macri volvió a quejarse por la supuesta permisividad de los Estados Unidos ante las constantes críticas por parte de Néstor Kirchner para el país del norte. La reunión quedó registrada en un cable del 14 de agosto de 2008 firmado por Tom Kelly, el Encargado de Negocios de la embajada. “A los argentinos, en general, les gusta jugar a ser ‘antiestadounidenses, pero en realidad son muy sensibles a las críticas de los Estados Unidos o a su falta de atención.” reconoció Macri.

En una reunión con el entonces subsecretario de Estado para América Latina Tom Shannon, cuya fecha se desconoce, Macri volvió a quejarse de las libertades que Estados Unidos se tomaba con Néstor Kirchner. La reunión es mencionada por la embajadora Vilma Socorro Martínez en un cable del 12 de noviembre de 2009.

“Macri repitió una conversación anterior con el entonces Secretario Adjunto para el Hemisferio Occidental, Shannon, sobre la necesidad de fijar límites a la mala conducta de los Kirchner y la supuesta ‘suavidad’ con que el gobierno de los Estados Unidos trata a los Kirchner. Sostuvo que el ‘silencio’ del gobierno de los Estados Unidos sobre el abuso y los malos tratos que sufrieron a manos de los Kirchner (por ejemplo, en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, 2005) los había animado a hacer más de lo mismo.”

La embajadora intentó disuadir a Macri de esa idea, argumentando que Washington sigue plenamente comprometido a profundizar y fortalecer las relaciones con la Argentina, y le reforzó la posición de la Argentina en el mundo como una potencia agrícola, abriendo la puerta a la cooperación argentina, actual y potencial.

Una vez finalizada la reunión, la embajadora no dudó en expresar su desagrado hacia Macri. Dijo que se quejaba de Kirchner pero que Macri, siendo más ingenuo, era igual de rudo y arrogante. “La reunión fue otro recordatorio de la franqueza y la visión maniquea del mundo que tiene Macri, y su incomodidad con las sutilezas de la comunicación interpersonal (cortó la reunión abruptamente después de aproximadamente veinte minutos). Éstas son todas cualidades que comparte con Néstor Kirchner, su gran rival político. La insistencia de Macri para que el gobierno de los Estados Unidos reprochara públicamente a los Kirchner sus varias transgresiones sugiere un deseo poco realista de que Washington haga el trabajo de la oposición.

El 28 de enero de 2010 se llevó a cabo un agasajo para Macri y un grupo de sus asesores en la casa de la embajadora Martínez. Un cable del 5 de febrero de 2010 registró una nueva “presión” de Macri para que los Estados Unidos se pusieran firmes con los Kirchner. La embajadora volvió a decirle que no lo harían. El tono seco del despacho firmado por Martínez sugiere que el almuerzo no había mejorado su opinión del entonces jefe de Gobierno.

Fuente: Info 135