Con la pobreza creciente, un dólar disparado, desempleo y tarifazos en aumento, Mauricio Macri se tiene fe para ir por la reelección. ¿Por qué? Varias encuestas todavía le dan buenos números, mayormente gracias al blindaje mediático con el que cuenta.

“En 2018 la idea es que la gente hable de otra cosa mientras hacemos el ajuste. En 2019 la economía va a estar mejor y podremos volver a hablar de economía”, señaló un alto funcionario a un medio opositor.

Siguiendo la receta del gurú Durán Barba, la continuidad no se tiene una base política o económica: una vez más, se trata de un trabajo habilidoso de marketing y descomunicación. La agenda de temas en los medios incluye la pena de muerte, la entrada de extranjeros, la legalización del aborto y temas menores de ciudad. Por otro lado, se utilizará una vez más chequera para apretar fuerte a los gobernadores, provincia por provincia e intentar dividir a la oposición de ese modo. Como si esto fuera poco, seguirá la persecución judicial a los miembros del gobierno anterior.

Porque justamente, el escenario que más teme el macrismo es el de una unión del peronismo. Sabe que la suma de los votos de un PJ  unido supera ampliamente a el caudal eleccionario de Cambiemos, y eso sin contar la mística y el efecto contagio que podría generar semejante unión. ¿Es posible que esto ocurra? Estará en la oposición saber leer el momento coyuntural y dejar de lado viejas disputas para volver a ser gobierno en 2019.