La distancia entre Cambiemos y el empresariado argentino se hace cada vez más grande. Esto se hizo evidente anoche en la cena anual del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), donde Mauricio Macri ensayó su discurso electoral, buscando reafirmar así el voto de confianza ante más de mil dirigentes políticos, empresariales y sindicales.

La asistencia en el evento fue casi perfecta, sin embargo, la ausencia de una invitada se hizo notar: fue la de la gobernadora María Eugenia Vidal, cuya falta se interpretó como una prueba de su distancia cada vez más grande con no sólo con el presidente, sino con el rumbo del gobierno en general. 

"Es un momento de enorme incertidumbre, en todo el mundo. Hoy mismo mucha gente me preguntó si la Argentina va a ratificar el rumbo o va volver atrás. Hay que demostrar que aprendimos”, dijo Macri en su discurso.

“Falta mucho por hacer. Estoy acá para decirles que podemos mejorar. Tenemos que ser todos protagonistas. Creo en ustedes", repitió varias veces ante una audiencia que se mostró crítica respecto al escenario electoral futuro. 

El presidente reafirmó las ideas que estuvo barajando los últimos meses: acelerar un cambio en materia económica, bajar los impuestos en una futura gestión y flexibilizar la legislación laboral.

Caída del consumo, alta presión tributaria, inflación, inestabilidad cambiaria y lento avance de las reformas son las cuestiones que más preocupan a los dirigentes de los distintos sectores. Todas estas problemáticas generaron un ambiente de malestar de parte del empresariado hacia el gobierno nacional.

Fuente: Info 135