Dispuesto por una orden del juez Jorge Zurueta y por el pedido del fiscal Diego Cussel, se dispuso la detención de manifestantes. Esto sucedió en el marco de la apertura de sesiones ordinarias en la provincia de Jujuy y los detenidos se encuentran imputados bajo el delito de atentar contra la autoridad.

Las personas que detuvieron son dirigentes de diversos sectores políticos, gremiales y sociales, que participaron en la movilización dispuesta con motivo de la apertura de sesiones de la provincia.

Familiares de algunos de ellos denunciaron que las detenciones se realizaron de un modo violento, como es el caso del dirigente Bruno Bienvenido Méndez, perteneciente a la Asociación de Trabajadores del Estado, quien recibió un balazo de goma en el rostro durante la manifestación, y que, luego de aquello, la policía ingresó violentamente a su domicilio, apuntando con sus armas incluso a los niños que allí se encontraban.

Las razones de la manifestación estaban relacionadas al incumplimiento por parte del gobierno de las promesas hechas durante la campaña electoral y también durante la gestión. La represión dispuesta fue brutal, e incluyó balas de goma y gases lacrimógenos, arrojados en el rostro, brazos y espaldas de los manifestantes, que, estando tras un vallado, aun así se les imputa el atentar contra la autoridad.

“Esto no es más que un nuevo intento de disciplinar a quienes se manifiestan en contra de las políticas de hambre y miseria que impone Morales”, declaró el diputado y referente de Tupac Amaru, Juan Manuel Esquivel, y agregó: “El delito que se les imputa tiene una pena máxima de dos años, es decir que es excarcelable. El realizar estas detenciones un sábado, a dos semanas de producidos los hechos, no hace más que demostrar que la intención no es castigar ningún delito, sino el de imponer el miedo a los opositores políticos”.