Luego de la conferencia de prensa brindada por el ministro Dujovne y Federico Sturzenegger, Pignanelli declaró que “ningún país está feliz de ir a un acuerdo con el FMI. No es una virtud. El Gobierno tiene que recurrir al Fondo dada su aberrante gestión económica y eso es como quemar las naves. Ir al Fondo es como ir al escribano del barrio. No hay nada que festejar y es muy triste”.

Y agregó: “La situación es muy delicada. El problema más grave que tiene la Argentina es que nos comimos durante estos dos años toda la capacidad de ahorro en dólares y hay mucha fuga de capitales. En los últimos doce meses tuvimos un récord de 25 mil millones de dólares que se fueron y lo único que entra es la deuda”.

Concretamente sobre el FMI, analizó: “El FMI es muy duro. Desde hace decenas de años que vienen promoviendo la reducción de la edad de jubilación, la privatización de los bancos públicos, el aumento de tarifas y reducir el costo laboral. Tuvo que renunciar el primer ministro de Jordania por las manifestaciones que hubo en la calle, por lo que habían firmado con el FMI, que es subir las tarifas, reducir las jubilaciones, reducir los salarios y despedir gente. El FMI va a obligar a este Gobierno a tener un plan, porque hasta ahora el único plan que tienen es endeudarse. Lo que viene es un flor de ajuste y no hay margen social para hacerlo”.

“Hoy más que preocuparse por el déficit fiscal o el déficit comercial, deberían empezar a preocuparse por el déficit social. Ya hay familias y comerciantes que tienen que optar entre comer o pagar los servicios. El Fondo no nos va a dar la plata gratuitamente para que se fuguen capitales. Lo primero que van a pedir es que se pare la fuga de capitales y tener una balanza fiscal positiva. No nos van a prestar plata para que la tiremos por la ventana”.