La escena fue captada por la cámara de seguridad del kiosco. Era el tercer asalto del delincuente en la ciudad de San Miguel de Tucumán y fue el definitivo. En una maniobra desafortunada, de le disparó el arma y escapó.

La policía lo interceptó en la esquina de Jujuy y Rondeau, a bordo de una moto roja marca Guerrero. Tenía un revólver calibre 38L especial, con cinco cartuchos colocados y una vaina servida.

Acosta presentaba una herida de bala a la altura de la ingle, del lado izquierdo. Fue trasladado al hospital, donde murió poco después de la medianoche.