Se desató la guerra de los cigarrillos. Mientras British American Tobacco, ex Nobleza Piccardo, amenaza con cerrar su planta y hacer peligrar 300 puestos porque no recibió la autorización para reabrir, Massalin Particulares arrancó anoche su producción y aseguran que mañana ya estará en kioscos. 

A contra reloj, las plantas de Massalin y de Tabacalera Sarandi producen cigarrillos para abastecer una demanda que llegó a pagar $500 el atado, tras hacer largas filas en kioscos del interior del país. El fabricante de Marlboro, Philips Morris y Chesterfield lleva la delantera. No sólo porque el lunes, puso primera y abrió su planta para hacer la puesta a punto, antes de recibir todos los permisos, sino porque su sistema de distribución le permite acelerar los tiempos.

Massalin advirtió que en 48 horas podrá abastecer CABA y GBA y el miércoles estará en los kioscos de todo el país. Tabacalera Sarandi productora de las marcas Red Point y Master, además de sus licenciadas West y Nevada, confirmó a BAE Negocios que recién podrá comenzar su distribución a mayoristas el fin de semana y no llegará a los kioscos antes del lunes.

El panorama es complicado para la British American Tobacco, ex Nobleza Piccardo, que tiene su planta ubicada en el municipio de Pilar, capitaneado por Federico Achával. A diferencia de los intendentes de Merlo, Gustavo Menéndez y de Avellaneda, Jorge Ferraresi, en Pilar resolvieron no aceptar el protocolo hasta tanto el tema no estuviera normado. Recién el lunes por la tarde recibieron el protocolo, que aún está en evaluación.

Si bien la ex Nobleza Piccardo cumple con todos los requisitos, incluído el transporte individual para cada uno de sus 150 trabajadores, además ofrece hasta ubicarlos en hotel a los que viven más lejos, sigue a la espera. La compañía advierte que al no poder abrir, la situación coloca a la planta industrial "al borde del colapso". La demora en la autorización "pone en riesgo la fuente de trabajo de casi 300 personas asignadas a la planta, cada día que no podemos operar, es un paso que nos acerca al cierre definitivo", amenaza.

En Massalin trabajan 450 operarios, un tercio de su planta y en Tabacalera Sarandí 200 empleados, un 60% de su staff. Mientras en la ex Nobleza Piccardo peligran los puestos. 

Fuente: BAE