[CHILE] Un puma en Santiago: ¿La cuarentena da espacio a la vida salvaje?

La emergencia mundial por coronavirus ha hecho que toda la población humana deje las calles y se encierre en sus casas con el fin de protegerse de esta pandemia que está contaminando al planeta entero y causando miles de muertes.

Cuarentenas totales, toques de queda y encierros preventivos han dejado las ciudades absolutamente desoladas, empezando a repetirse muchas escenas que sólo se han visto en películas.

Una de las que se vienen a la mente es “Soy Leyenda”, protagonizada por Will Smith, donde un apocalipsis hace desaparecer a casi toda la raza humana, haciendo que la flora y fauna, en total, vida silvestre completa, recupere los espacios que le fueron arrebatados por los humanos.

Esas mismas imágenes se están empezando a repetir en todo el mundo, siendo Santiago de Chile la que sumó la última con el puma silvestre que bajó desde la precordillera, pasó por el Cerro Manquehue y empezó a caminar por las calles desiertas de Las Condes, Providencia y Ñuñoa.

Alejandra Montalba, directora del Zoológico Metropolitano, aseveró al matinal de CHV que “si bien no podemos asegurar que estos animales estén en las calles por la ausencia de humanos, lo más probable que sea eso, debido a que no ven personas, no sienten ruidos molestos y deciden explorar“.

“Hay que recordar que los pumas no sólo viven en los cerros sino que antiguamente habitaban en las planicies de Santiago. Es silvestre y muy joven, bajó a buscar alimentos al ver la ciudad vacía y sin ruido. No sería raro que estas escenas se repitan, como se ha visto en el mundo“, añadió.

El carnívoro más grande que habita en nuestro país desató un verdadero operativo debido a que tras levantarse el toque de queda, comenzó a correr despavorido al ver humanos en la ciudad.

Este no es el único caso que ha sucedido en el mundo por la cuarentena de coronavirus:

MONOS EN TAILANDIA

La emergencia mundial hizo que los turistas se alejaran completamente del Sudeste asiático, afectando directamente a los monos que acostumbraban a comer lo que le daban los humanos.

Al estar muy hambrientos, se vieron muy hostiles y violentos por las calles de Tailandia, peleando casi a muerte entre ellos por un poco de alimento.

JABALÍ EN BARCELONA

El pasado jueves 19, un hermoso y gran grupo de jabalíes salvajes fueron vistos por los habitantes de Barcelona. Los animales caminaban por las calles al ver totalmente libre el pavimento para él ante la atónita mirada de todos en sus balcones.

Según informaron los medios locales, estos ejemplares bajaron desde la sierra de Collserola para darse un paseo por la avenida Diagonal o la calle Balmes, zonas muy céntricas de la ciudad condal.

PAVOS REALES EN MADRID

Ese mismo jueves, Madrid fue protagonista de una linda escena al ver cómo un grupo de pavos reales caminaba por las calles de la capital española, a plena luz del día, debido a la cuarentena total.

Estas aves que estaban confinadas en un parque protegido, saltaron las rejas y saborearon la libertad, como burlándose de los humanos que desde sus encierros los miraban con envidia.
 

LOBOS EN ESPAÑA

La localidad de Pontevedra, en España, cercana a zonas montañosas, vio cómo los lobos bajaron desde los cerros hasta el centro de la ciudad y “colonizó” los lugares de asentamientos humanos.

La soledad de la noche les sirvió para hurgar en todo tipo de lugar y llevarse un buen botín de comida hasta sus guaridas.

DELFINES EN ITALIA

Una de las imágenes más sorprendentes del abandono humano en el mundo han sido las calles navegables de Venecia, en Italia. Esto, porque al desaparecer los turistas de los canales, el agua se volvió cristalina y la vida silvestre volvió a esos lugares con cientos de peces nadando.

A su vez, en Cerdeña, tras varias décadas, se vieron delfines nadar por sus costas debido a que lanchas, yates y barcos ya no circulan por los lugares que antes eran sus hábitats naturales.

No será raro seguir viendo más escenas como estas en todo el planeta, lo que nos lleva a la reflexión de cuánto territorio le hemos quitado a la flora y fauna sin darnos cuenta.

Fuente: Cristian Neira. El desconcierto