Daniel Angel Alejandro Colque, el joven de 20 años que asesinó a cuchilladas a su madre y luego enterró el cadáver en el fondo de la vivienda en la que ambos residían, fue apresado por los investigadores debido a que sus palabras despertaron sospechas al ser totalmente incongruentes. El muchacho, que aparentemente tendría alteraciones mentales, les señaló a los funcionarios de la Justicia que mientras mataban a su mamá "él jugaba con la computadora". El terrible matricidio se descubrió la tarde del sábado en la localidad bonaerense de Castelar, en el partido de Morón.

Voceros de los tribunales de Morón aseguraron a cronica.com.ar que, poco después del macabro hecho, los pesquisas llevaban adelante una inspección en la finca en la que vivía la víctima, identificada como Ema Rosario Colque, de 50 años, en Cogliati al 4.000, en el barrio San Juan, oportunidad en la que el joven sostuvo que, el día de la misteriosa desaparición de su progenitora, él jugaba tranquilamente con una computadora, mientras su madre charlaba con un individuo dentro del inmueble.

El joven agregó que escuchó ruidos y que entonces se aproximó al lugar en el que supuestamente su madre dialogaba con el hombre, quien le dijo que se quedara quieto y que no le contara a nadie lo ocurrido porque si hablaba “lo iba a matar”.

Pero de inmediato el muchacho añadió que, minutos después y mientras jugaba nuevamente con la computadora, advirtió movimientos en la parte trasera de la vivienda.

A raíz de la confusa narración, los pesquisas, conducidos por el fiscal Walter Roberto Leguizamo, de la Unidad Funcional N° 2 del departamento judicial de Morón, se dirigieron al sector posterior de la casa y vieron que había tierra removida, motivo por el que se resolvió concretar una excavación.
 

El asesino (hijo menor de la fallecida), al advertir que iban a cavar en el lugar, confesó que había matado a su madre, para luego enterrar el cuerpo en el inmueble, lo que hizo que fuera detenido por efectivos policiales de la comisaría de Castelar (3ª de Morón) y de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de ese distrito.
 

Pocos minutos más tarde, el cadáver de Ema fue extraído por personal del cuartel de bomberos de Morón, determinándose que la occisa presentaba tres certeras heridas de arma blanca (dos en el cráneo y otra en la región torácica).
 

Las diligencias fueron supervisadas por la Estación de Policía de Morón y por la Superintendencia de Seguridad del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) de la Zona Oeste.
 

Hasta el momento, el expediente se caratuló de manera preventiva “Homicidio agravado por el vínculo”.


Fuente:Crónica