“No quiero vivir en la calle”. “Estoy teniendo dolores de cabeza constantes. Necesito un médico”. “Puedo trabajar de cualquier cosa”. Las frases son de Maximiliano pero podrían ser de un montón de personas más que están desempleadas y desconsoladas, como él.

Al borde del llanto, el joven de 21 años le cuenta al portal Minuto Uno que necesita ayuda de manera urgente porque siente enloquecer: “Estoy buscando trabajo fijo y estable, que no sea eventual”.

La vida laboral del muchacho cambió de rumbo abruptamente en 2016 y ya no volvió a recuperarse. En esa época tenía 18 años y no renovaron su contrato en la empresa donde trabajaba. Desde ese entonces no logró conseguir un empleo formal.

Ahora alquila una pieza en Garín, partido de Escobar, por la que debe pagar $2.000 mensuales, más $500 de luz. “Mis ingresos mensuales no llegan ni a los $3.000 mensuales, es injusto lo que me sucede”. “Yo puedo trabajar de cualquier cosa, solo necesito que me den una oportunidad. Tengo la capacidad”, reclamó.

“Me abruma estar preocupado todos los meses por pagar el alquiler. A veces dejo todo guardado en las valijas por si no llego y me estresa no saber a dónde ir”, cuenta Maximiliano, quien este lunes es la fecha límite en la que debía pagar el alquiler y sólo consiguió mil pesos. Entonces viajó de nuevo a Capital a buscar trabajo con el fin de conseguir lo que le falta.

“No quiero vivir en la calle. La situación es difícil, hay personas conflictivas, llenas de problemas complejos y algunos son violentos algunos”. “Estoy teniendo dolores de cabeza constantes y necesito un médico para ver qué sucede. Me entristece mi situación. Me siento triste, deprimido así. La calle me está dañando psicológicamente”, expresa entre llantos.

“Esta situación me desanima, me hace dar ganas de llorar porque no puede ser que esté casi en la calle y no consiga un trabajo para poder vivir. Esto se soluciona simple: trabajando. Necesito un trabajo no pido más”, concluyó.

Fuente: Minuto Uno.