Sergio, un hombre de 63 años que estaba en situación de calle y tenía síntomas de coronavirus, falleció en la madrugada del domingo tras pasar la noche en la puerta de una fábrica ubicada en la esquina de calle México y Sánchez de Loria, en el barrio de San Cristóbal.

El gobierno de la ciudad, en tanto, cumplirá este lunes la segunda noche del Operativo Frío. Ambulancias que llegaron a San Cristóbal (donde la víctima fatal dormía junto con dos compañeros) labraron un acta, evaluaron el cuerpo y se le hizo un hisopado, por lo que resta esperar los resultados para saber si el hombre tenía coronavirus.

El cuerpo fue trasladado luego a la morgue de la ciudad de Buenos Aires. En ese marco, el gobierno porteño activó el primer Operativo Frío en la ciudad de Buenos Aires, por el cual 13 personas en situación de calle fueron trasladas a Centros de Inclusión Social (CIS) y se entregaron alimentos calientes y ropa de abrigo, informó el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño.

Con una temperatura inferior a 5° centígrados, el sábado desde las 19 se puso en marcha el Operativo a través del equipo del programa Buenos Aires Presente (BAP), que componen más de 400 personas y trabajadores de otras áreas del gobierno porteño, la Defensoría del Pueblo y voluntarios de la Iglesia Evangélica.

Durante este primer Operativo, once personas aceptaron la opción de ser trasladadas al centro Roca III, que incluye un sector para que todas las personas que ingresan al sistema puedan realizar el aislamiento preventivo durante los primeros 14 días, como parte del protocolo sanitario, y otras dos fueron llevadas a un Centro de Inclusión para adultos mayores.

Un operativo, para los más desprotegidos

Los 40 móviles realizaron recorridos en las zonas identificadas con mayor densidad, donde se entregaron viandas calientes para la cena y packs hipocalóricos (barras de cereal, frutos secos, agua).

El Operativo también prevé la entrega de ropa de abrigo (frazadas, guantes y gorros) y kits de higiene y prevención (con jabón blanco y alcohol en gel). “La tarea que realizan los equipos del BAP y los voluntarios en esta época es muy valiosa y requiere de una vocación muy fuerte por el servicio hacia el otro”, afirmó María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteña.

La funcionaria destacó que los equipos están “integrados por asistentes sociales y psicólogos que realizan el abordaje de las personas en situación de calle para que accedan a ir a los Centros de Inclusión Social” y que “una vez allí se busca que cada persona trabaje en el rearmado de un proyecto de vida que sea sostenible en el tiempo”.

El sistema de Centros de Inclusión de la ciudad posee hoy 3.379 plazas localizadas en 43 centros, las cuales se encuentran ocupadas en el 70%. Al inicio de la cuarentena, la ciudad sumó unas 900 camas en polideportivos especialmente adecuados y plazas especiales para adultos mayores. Todos los centros se encuentran abiertos las 24 horas de los siete días de la semana.

Fuente: Crónica