Carlos Orellano fue a bailar al boliche Ming River y su cuerpo apareció flotando en el Paraná. La familia y las primeras líneas investigativas apuntan a la seguridad del salón.

El hecho conmocionó a Rosario que no sale de la perplejidad por la cantidad de crímenes que acumuló en los primeros dos meses del año. En caso de confirmarse que Carlos murió en circunstancias violentas, sumarían 45 los homicidios.

Según las primeras pericias y relevamientos de testigos, el joven habría sido sacado a la fuerza del boliche por patovicas y policías de Santa Fe que estaban haciendo adicionales porque Carlos habría querido entrar al VIP sin la habilitación correspondiente.

"Me arrebataron a mi hijo por una pulsera", expresó el papá con la voz destrozada después de hacer el reconocimiento del cuerpo. Según sus más allegados y por los relatos recogidos, Carlos habría sido golpeado por los guardias de seguridad del local. Las pericias encontraron un sendero de sangre desde el interior del boliche hasta la baranda del muelle.

Desde un primer momento, la actitud de los dueños de Ming fue evasiva y se negaron a entregar las cámaras de seguridad aduciendo que no contaban con un sistema de grabado. Sin embargo, testigos de esa noche trágica afirmaron que vieron cómo Carlos recibía golpes de parte de los patovicas.

Pocas horas después de conocido el desenlace fatal de la búsqueda del joven, por las redes se viralizó la convocatoria a una marcha por el pedido de justicia y esclarecimiento de los hechos. Los organizadores, amigos y vecinos indignados, llamaron a concentrar a las 15 horas en la Estación Fluvial.

El dato no es menor; dos horas después y a 50 metros del lugar, se realizará el acto oficial por el 208º Aniversario del Primer Enarbolamiento de la Bandera Nacional que estará encabezado por el presidente Alberto Fernández acompañado por el gobernador Omar Perotti y el intendente Pablo Javkin. El mandatario municipal acompañaría a los familiares de Carlos en el pedido de justicia.

Al tanto de la visita presidencial, Edgardo Orellano, el papá de Carlos, expresó sus deseos de hablar con Fernández: "quiero pedirle que me escuche. Soy un patriota más. Creo que tengo derecho a que el señor presidente me escuche y poder decirle lo que pasa en Rosario. Aparentemente la gente que gobierna no tiene mucha información sobre lo pasa porque si no, no podría seguir pasando".

El hecho se produjo durante el fin de semana en que el ministro de Seguridad, Marcelo Saín, bromeó en una entrevista en Crónica TV sobre la inseguridad en la provincia de la cual depende de su cartera. Los dichos generaron el repudio masivo de la oposición política y también del oficialismo.

Además, según posteos que se sucedieron a lo largo de la tarde del miércoles, no sería la primera vez que se advierten abusos de parte de la seguridad del boliche.

Fuente: La Política Online