Al igual que en el 2018, la Iglesia volvió a rechazar con una misa en la Basílica de la Virgen de Luján el proyecto que promueve la legalización del aborto. La ceremonia tuvo el lema "Sí a las mujeres, sí a la vida" y fue encabezada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) Oscar Ojea, que se pronunció en contra de la propuesta que impulsa el Gobierno. "Hay vida desde la concepción, no es lícito eliminar una vida humana", fueron algunos de los planteos que hizo al comienzo de su discurso. Se desarrolló en el Día Internacional de la Mujer, previo a que colectivos feministas reclamen la legalización del aborto.

Afirmó que "millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes, tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción y que una persona distinta de su madre va desarrollándose en su seno". En ese contexto, consideró que "es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas". "Valoramos y defendemos los derechos de toda vida y de cada vida, de toda mujer y de cada niño o niña por nacer", indicó.

Dijo que "no es lícito eliminar ninguna vida humana, como afirma nuestra Constitución Nacional" e indicó que la vida "es el primer derecho, y sin él no puede darse ninguno más", ante el inminente envío del proyecto de legalización del aborto del Poder Ejecutivo al Congreso. Advirtió que la Argentina vive tiempos "donde es necesario discernir prioridades y no elegir temas que enfrenten a los ciudadanos, porque se atraviesa una situación extremadamente delicada, altos niveles de pobreza e indigencia".

Fue la segunda vez que la Iglesia hace una misa para pronunciarse en esta línea, ya que Ojea había liderado una ceremonia en 2018, también en Luján, previo a que el Senado finalmente rechazara la interrupción del embarazo. En esa oportunidad calificó a la práctica no como un derecho, sino como "un drama".

Afirmó que "millones de argentinos y argentinas, creyentes y no creyentes, tienen la profunda convicción de que hay vida desde la concepción y que una persona distinta de su madre va desarrollándose en su seno". En ese contexto, consideró que "es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas". "Valoramos y defendemos los derechos de toda vida y de cada vida, de toda mujer y de cada niño o niña por nacer", indicó.

Dijo que "no es lícito eliminar ninguna vida humana, como afirma nuestra Constitución Nacional" e indicó que la vida "es el primer derecho, y sin él no puede darse ninguno más", ante el inminente envío del proyecto de legalización del aborto del Poder Ejecutivo al Congreso. Advirtió que la Argentina vive tiempos "donde es necesario discernir prioridades y no elegir temas que enfrenten a los ciudadanos, porque se atraviesa una situación extremadamente delicada, altos niveles de pobreza e indigencia".