El sector gastronómico, uno de los más golpeados por la crisis que profundizó la pandemia, perdió así otros 25 puestos de trabajo.

No hay en el mundo estrategia desplegada para afrontar la pandemia de coronavirus que haya logrado salvaguardar la economía. Sin distinguir entre quienes implementaron cuarentenas estrictas y quienes no impusieron restricción alguna, el virus impactó de lleno en la actividad económica y al final del día el saldo entre una y otra estretagia se cuenta solo en cantidad de muertos.

La Argentina no es la excepción y el comercio en general y la gastronomía en particular, fueron de las actividades más castigadas por la pandemia. Así, otro clásico de la noche porteña acaba de anunciar que bajará sus persianas de manera definitiva.

"Pippo", el restaurante ubicado en Montevideo al 300 y que no cerraba nunca, cerrará finalmente.

Los dueños del clásico restaurante ya comunicaron a sus 25 empleados que la situación se volvió insostenible y que resolvieron cerrar. Desde abril pasado los trabajadores solo venían percibiendo la porción de su salario que aportaba el Estado a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) y comenzaron a acumular una deuda con la empresa que nunca se llegó a saldar.

Aunque los dueños del local intentaron aguantar la crisis apostando al delivery y take away, los altos gastos fijos de un local de esas dimensiones volvieron inviable la ecuación, y lo facturado durante los últimos cinco meses no alcanzaba ni para cubrir los salarios de los trabajadores.

Pippo ya venía golpeado por la recesión y la fuerte caída del consumo que se registró durante el gobierno de Mauricio Macri, sin embargo la pandemia le asestó el golpe definitivo y este, uno de los lugares casi obligados de quienes vivían la noche de la avenida Corrientes, ya no abrirá sus puertas nuevamente.

Fuente: Minuto Uno